Para un tenista es más fácil devolver un saque que asegurarse de que a su coche no le pase nada… aun estando estacionado…

Hay siniestros que se repiten más a menudo que otros. Los que atañen a los coches estacionados no suelen ser los más habituales, pero ocurren, y con más frecuencia de lo que suele pensarse. Y hay que tener en cuenta que, en estos casos, aun cuando el coche esté mal estacionado, el vehículo en movimiento será el culpable en la mayoría de incidentes. Pero, ¿qué tipos de accidentes podemos tener con el coche parado?

Accidentes comunes

Golpes con el semáforo en rojo. Es uno de los accidentes de este tipo más comunes. Cuando el vehículo delantero se encuentra parado en un semáforo o en un stop esperando su turno y recibe un impacto del vehículo que le sigue, generalmente debido a un despiste. En este caso, quien debe correr con los gastos de los perjuicios causados es el vehículo que tiene los daños en su parte delantera.

Maniobra de marcha atrás. Una situación similar a la anterior y también muy común. Se produce cuando el coche que precede inicia la marcha atrás y colisiona con el vehículo de detrás sin asegurarse de que éste se ha percatado de sus intenciones. La responsabilidad de este siniestro recae sobre el coche delantero.

Siniestro contra un vehículo aparcado. Sobre todo cuando se aparca en un párking con espacio para maniobras, suele ser común golpear a un coche estacionado.  En estos casos, como decíamos al principio, la culpabilidad es siempre del vehículo en movimiento, aunque el coche siniestrado estuviese estacionado en una zona prohibida para tal fin. 

Choques contra puertas abiertas. Algunos conductores pueden cometer la imprudencia de dejar su puerta abierta a pesar de tráfico colindante. En este caso, el vehículo que colisione contra ella será el responsable, pero si la puerta se abre al paso de dicho vehículo sin darle margen de maniobra, la responsabilidad recae sobre el que salía del coche en ese momento.

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