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A priori, un coche híbrido funciona igual que uno normal con cambio automático, ya que cuenta con un motor de combustión también (de gasolina o diésel) y otro motor eléctrico que normalmente sirve para añadir empuje extra al motor de combustión. En algunos modelos, el motor eléctrico tiene una potencia suficiente que permite arrancar o incluso mover el coche a baja velocidad durante trayectos muy cortos (entre 2 y 5 kilómetros). Esto último sucede cuando las baterías que se encargan de proporcionar energía al motor eléctrico están suficientemente cargadas.

Los mandos también son prácticamente los mismos, aunque en un coche híbrido normalmente se sustituye el cuenta-revoluciones por un indicador de potencia eléctrica y algunos cuentan con una tecla especial que permite forzar el modo de funcionamiento eléctrico, por ejemplo al pasar de carretera a ciudad. En cuanto al resto de aspectos que marcan el funcionamiento, como combinar los dos motores o elegir cuándo debe funcionar uno u otro, o los dos a la vez, es algo que el sistema del propio coche híbrido lo hace de forma totalmente automática.

A pesar de las similitudes a la hora de conducir entre un coche híbrido y otro normal, existen algunos trucos que favorecen la recarga de las baterías y que a la larga puede influir en el consumo.

Trucos para conducir un coche híbrido

Para saber llevar una conducción eficiente y cómo se conduce un coche híbrido, es fundamental saber de qué forma las baterías pueden estar siempre con la mayor carga posible para que el motor eléctrico pueda funcionar correctamente.

  • El conductor debe aprovechar cualquier momento en el que levanta el pie del acelerador o en el que frena para que el sistema de recuperación de energía convierta la energía cinética en energía eléctrica, la cual se acumulará en las baterías. Es necesario saber anticiparse para conseguirlo.
  • Las frenadas en un coche híbrido se deben realizar de forma suave, ya que la primera parte del recorrido del pedal del freno no activa los propios frenos sino que obliga al motor eléctrico a trabajar como generador mientras va perdiendo velocidad. Si frenamos un poco antes y lo hacemos más suavemente conseguiremos recuperar más energía que si frenamos a última hora y con mayor presión sobre el pedal.

  • Como hemos indicado antes, otra forma que tienen los coches híbridos de recuperar energía es cuando se levanta el pie del acelerador y el coche marcha por inercia. Si circulas con un vehículo de este tipo, es recomendable anticiparse al tráfico, por ejemplo soltando el pedal del acelerador cuando vayamos a llegar a un semáforo en rojo. Del mismo modo, si descendemos una pendiente, se puede recuperar más energía utilizando el cambio de marchas para seleccionar una velocidad en la que hacer uso de la retención del motor que utilizando los frenos.

Como es lógico, al conducir un coche híbrido, la conducción más eficiente se consigue poniendo en práctica estos consejos y aprovechando la autonomía eléctrica en los desplazamientos cortos, así como en los continuos arranques y paradas que se producen en ciudad. Tanto es así, que los consumos que puedes llegar a conseguir te sorprenderán gratamente. En el caso de carreteras o autovías, los coches híbridos pierden ventaja respecto a los diésel y en esta situación, es preferible mantener una velocidad de crucero lo más estable posible. Independientemente de la vía por la que viajes, no olvides contratar un Seguro para Coche Eléctrico e Híbrido MAPFRE para que tus desplazamientos estén protegidos y respaldados al 100% por las coberturas más completas.