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La conducción punta-tacón es una práctica que te permite reducir marchas e igualar velocidades de los ejes, pero ¿cómo se hace y cuáles son sus utilidades?

¿Qué es la conducción punta-tacón?

El punta-tacón es una maniobra que consiste, básicamente, en reducir las marchas mientras se pisa el freno y se da un golpe al acelerador para que las ruedas no se bloqueen al levantar el embrague.

Dado que hay que usar tres pedales al mismo tiempo, y nosotros tenemos dos pies y uno de ellos está sobre el embrague, solo se puede efectuar este movimiento pisando el freno con la punta del pie, y el acelerador con el tacón. De ahí su nombre.

El punta-tacón en 5 pasos

Te acercas a una curva a máxima aceleración y tienes que reducir. Si lo haces según la técnica del punta-tacón la secuencia sería la siguiente:

  • Levanta el pie derecho del acelerador y pisa el freno.
  • Embraga con el pie izquierdo mientras mantienes presionado el freno.
  • Cuando vayas a entrar en la curva, rota la punta del pie derecho a las once, llevando el tacón al acelerador.
  • Baja de marcha y, cuando la palanca pase por el punto muerto, pega una acelerada con el tacón.
  • Suelta el pedal del freno y sal de la curva.

En el siguiente vídeo se verá más claro:

Hay que reconocer que la técnica no es fácil, requiere de cierta pericia y, sobre todo, de práctica.

¿Cuándo se usa?

Cuando se cambia de marcha surgen diferencias entre las revoluciones del eje primario y del secundario de la caja de cambios. Esta diferencia es más notable a grandes velocidades, por eso, esta conducción punta-tacón se emplea mucho en el ámbito deportivo.

Pero su uso no es exclusivo de los pilotos. También es muy útil en la conducción normal, en casos en los que haya que reducir de forma drástica la velocidad antes de entrar en una curva.

Por ejemplo, si vas a 90 por una carretera, te topas con una curva limitada a 40, y no te da tiempo a bajar poco a poco la marcha, entonces es buen momento para poner en práctica el punta-tacón. Así, podrás pasar de quinta a tercera sin que el coche dé un tirón por el cambio tan brusco.

Eso sí, hay que tener en cuenta que esta técnica solo puede usarse en vehículos con transmisión manual.

¿Qué ventajas tiene?

Además de las ventajas descritas anteriormente:

  • Esta técnica evita que puedan bloquearse las ruedas como consecuencia de la excesiva retención del motor, algo que en los coches con tracción trasera puede representar un gran peligro.
  • Así, ahorras tiempo, ya que no tienes que ir reduciendo las marchas de una en una, y eso, en caso de urgencia lo agradecerás.
  • También evitas los molestos tirones.
  • Con lluvia, esta conducción te ayuda a no perder el agarre ni el control del vehículo.

Como ves, la conducción punta-tacón te puede sacar de más de un apuro si lo tuyo no es la competición, al igual que también es de gran ayuda tu Seguro de Coche MAPFRE, que te ofrece las coberturas que necesitas para proteger tu vehículo de robos y otras eventualidades, y a ti y los tuyos. Infórmate.

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