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Un accidente pueden hacer que tu coche quede inmovilizado durante varios días en el taller. Un auténtico problema si tu vehículo es tu herramienta de trabajo o si lo necesitas para tus desplazamientos diarios. Para estos casos, las compañías de seguros ponen a disposición de sus clientes los denominados coches de sustitución, que son la alternativa al vehículo asegurado cuando éste se encuentra en el taller y cuyo uso y disfrute cuenta con algunas particularidades.

Para empezar, no todas las compañías lo ofrecen, y las que sí lo hacen establecen sus propios requisitos. Por eso es importante que te asegures de que tu póliza incluye este servicio y que te informes de los derechos y obligaciones que tienes sobre el mismo.

¿Qué es un coche de sustitución?

Los coches de sustitución son un servicio adicional que prestan algunas aseguradoras y fabricantes para que sus clientes utilicen otro vehículo mientras el suyo está en el taller.

¿Hay alguna ley que regule este servicio?

Muchas compañías ofrecen a sus clientes coches de sustitución, sin embargo, no todas cuentan con las mismas coberturas. La disparidad de ofertas radica en que en España no existe una legislación al respecto, por lo que son las propias compañías y los fabricantes quienes imponen sus reglas. Algunos de los criterios que se toman en cuenta para ser merecedor de dicho vehículo son la categoría del vehículo, los kilómetros, el tipo de reparación, el precio, la edad mínima, la experiencia al volante, etc.

Sin embargo, cuando un vehículo (ya sea nuevo o usado) se encuentra en garantía y tiene que someterse a una reparación durante ese periodo, si los trabajos en el taller exceden del tiempo considerado como normal o razonable (unos veinte días hábiles, según GANVAM), en ese caso entraría a colación la normativa sobre protección del consumidor (Real Decreto Legislativo 1/2007 ), que en el artículo 120 sobre reparación o sustitución de producto señala que:

«Las reparaciones deberán llevarse a cabo en un plazo razonable y sin mayores inconvenientes para el consumidor y usuario, habida cuenta de la naturaleza de los productos y de la finalidad que tuvieran para el consumidor y usuario«.

Por este motivo, fabricantes y talleres suelen ofrecer de forma voluntaria un coche de sustitución a sus clientes.

¿Cuándo se puede usar un coche de sustitución?

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Para disfrutar de un coche de sustitución es preciso tener dicha cobertura incluida en la póliza (normalmente suele estar en las pólizas a terceros completo y a todo riesgo, ya sea con franquicia o sin franquicia). En algunos casos se puede contratar también de forma opcional.

En líneas generales, este servicio se ofrece en caso de robo o siniestro del vehículo asegurado, aunque en la mayoría de los casos solo se contempla en casos de siniestro, pero con matices. Uno de ellos es la responsabilidad que haya tenido el asegurado en dicho siniestro.

¿Cuánto tiempo se puede disponer de él?

Una vez recibido el coche de sustitución, el tiempo que se puede disponer de él varía de una compañía a otra.

Además del tiempo, existen otras limitaciones que imponen las propias aseguradoras, tales como el máximo de kilómetros al día que se pueden recorrer con el coche de sustitución, o restricciones de circulación por determinadas zonas, por ejemplo, la prohibición de trasladarse con el vehículo alternativo a una isla.