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En realidad, lo de la pintura mate en el coche no es algo novedoso. Como en otros sectores, las modas son cíclicas, y lo que nos parece rotundamente innovador ya estaba inventado hace años. La pintura mate es algo tan antiguo como el propio automóvil: los primeros coches que se fabricaron eran prácticamente mates, ya que las pinturas de coche de entonces no conseguían el brillo de hoy en día, y su aplicación no era tan perfecta y homogénea como lo es ahora.

El acabado mate volvió a aparecer en los años sesenta como respuesta a un problema con el que se encontraban los pilotos de carreras: los molestos reflejos que producían los brillos de los capós. ¿La solución? Pintarlos de negro mate.

En la actualidad, se ha vuelto a imponer esta tendencia, pero en esta ocasión como una opción más estética que práctica, y es que, debido a su pasado, esta se asocia a deportividad y prestaciones. Pero, ¿qué otras ventajas tiene la pintura mate respecto a la pintura brillo? ¿Compensa dejarse llevar por esta moda?

Qué acabado de pintura elijo

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La estética es importante a la hora de decidirse por un color brillante o mate. Actualmente estamos más acostumbrados a ver la primera opción, mientras que la segunda es algo menos habitual, diferente, original y, como consecuencia, más espectacular. Una visión que han reforzado los modelos de gamas altas de Mercedes-Benz o BMW que apuestan por el mate: auténticas obras de arte capaces de atraer todas las miradas.

Podríamos decir que, en cuanto a la apariencia, aunque solo sea por la originalidad, el mate gana la batalla. Pero hay otros aspectos que hay que tener en cuenta antes de optar por un acabado brillo o mate:

¿Cuál disimula mejor las imperfecciones?

Según la creencia popular, los coches con acabado brillo pierden su brillo con el tiempo, mientras que los mates permanecen inalterables con el paso de los años. Pero nada más lejos de la realidad. La pintura brillante es capaz de disimular y esconder mejor las imperfecciones de la carrocería que la mate. Es más, en esta última, cualquier anomalía se vuelve mucho más evidente.

Esto hace que, a la hora de aplicar la pintura mate, haya que realizar un exhaustivo trabajo previo para que la superficie quede lisa y perfecta, y que haya que dedicar más tiempo y dinero a su mantenimiento.

¿Cuál es más delicada?

Si hablamos de cuidados, limpieza y mantenimiento, vuelve a ganar la pintura brillante. Cosas tan sencillas como meter el coche en un túnel de lavado es un gesto altamente desaconsejable si el coche tiene un acabado mate.

Esto se debe a que la propia suciedad del coche puede actuar como un abrasivo sobre la pintura mate. Lo más aconsejable es lavar el coche a mano enjuagando la esponja con mucha frecuencia y aplicando abundante agua. Para secarlo, no se pueden usar trapos de poca absorbencia, ya que si se pasan muchas veces por la misma zona pueden acabar desgastando la pintura. Tampoco se debe dejar secar al aire, porque las gotas pueden dejar una marca al evaporarse.

Pero los cuidados de la pintura mate no terminan ahí. Y es que, si un bicho se estrella contra la pintura, o cae algo puntual de suciedad, hay que eliminarlo con agua a presión cuanto antes para que la pintura no se desgaste.

¿Cuál es más cara?

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Es cierto que con la pintura brillo el coche pasa desapercibido entre la gran masa de vehículos con el mismo acabado, mientras que la mate es un plus de originalidad. Pero esa originalidad se palpa también en el precio, precisamente porque esta variedad está menos extendida.

Los precios varían mucho en función del modelo del coche o de la provincia en la que se pinte. En España, pintar un coche entero con color mate puede rondar los 1.444,63 euros, mientras que el acabado brillo supone de media 1.292,67 euros. Además, hay que tener en cuenta que el mantenimiento de la pintura mate es más meticuloso, y que habrá que llevar el coche al taller de pintura más veces que si el acabado es brillo.

Si, vistos los pros y los contras, eliges darle a tu coche un aspecto mate, puedes optar por vinilar la carrocería. No es una alternativa barata, sobre todo si lo haces en un taller especializado (algo altamente recomendable), pero podrás ver cómo queda el coche y, si no te gusta o te cansas rápido, tienen la opción de volver a su color original fácilmente.