Entre las tareas de mantenimiento de tu coche, la revisión del líquido de frenos es habitual, sí además notas alguna anomalía al pisar el pedal del freno como por ejemplo, una sensación esponjosa, es fácil que el problema sea que ha entrado aire en el sistema y necesita ser purgado.

Antes de ponerte a purgar el sistema de frenado de tu coche, es importante confirmar que ese es el problema que sufre. Revisa el manual de instrucciones para localizar y observar los elementos relacionados con este problema.

El nivel del líquido de frenos hay que verificarlo en su depósito, si este ha bajado o está por debajo de lo recomendado, es necesario purgar el sistema y rellenar o cambiar el líquido para que todo vuelva a funcionar con total seguridad y precisión. Este es el primer paso, luego podrás purgar, pero antes hay que asegurarse de que el líquido está en su punto óptimo y limpio.

Cambiar líquido de frenos

  • Localiza el depósito del líquido de frenos: este se encuentra dentro del capó, en la zona del conductor y alineado con el pedal de freno. Suele ser de color claro y con tapón negro, en el manual del coche encontrarás su ubicación exacta en tu coche.
  • Comprueba el nivel: si está por debajo de la señal recomendada, tienes que rellenar, pero si está muy bajo y sucio, se recomienda cambiarlo por completo y llenar de nuevo con líquido nuevo.
  • Cierra correctamente el depósito: después pisa el pedal de freno unas 10 veces para que el nuevo liquido llegue a todo el circuito, es necesario antes de pasar a purgar.

Purgar los frenos

El trabajo de purgar los frenos es delicado y costoso, no es fácil que puedas hacerlo solo, necesitas, al menos, la ayuda de otra persona y nociones básicas de mecánica. Quizás, lo más rápido y sencillo sea encargar este trabajo a tu mecánico o taller de confianza.

  • El coche debe estar en una superficie plana.
  • Las ruedas bloqueadas.
  • Si es posible, lo harás con más comodidad, si elevas con el gato las ruedas, pero revisa que todo esté perfectamente seguro antes de trabajar bajo el coche.
  • Necesitas ayuda de otra persona, se precavido y consultar el manual de tu coche.

Paso 1: Localiza las válvulas de purgado

Lo más fácil es que mires en el manual de instrucciones de tu coche, pero los purgadores del bombín están situados detrás de cada una de las ruedas entre el chasis y la goma. Es un pequeño tornillo que debes girar para liberar el aire que se ha colado en el sistema.

Paso 2: Empieza a purgar

Salvo que el manual de tu coche diga lo contrario, debes empezar a purgar, primero el purgador de la rueda más lejana al depósito. El orden es importante para que el trabajo funcione de forma correcta.

Conecta un tubo de plástico al perno del purgador para facilitar la salida de aire por ese lugar hasta una botella que colocarás en el otro extremo del mismo tubo con un par de centímetros de líquido de frenos en el fondo. Con la ayuda de una llave de estrella, afloja el tornillo, mientras que otra persona en el interior del coche, presiona suavemente y en repetidas ocasiones el pedal de freno.

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Paso 3: Cierra y repite la operación

Cuando por el tubo ya no se evacua aire hacia la botella, vuelve a cerrar la válvula de forma total y segura.  Cuando el aire esté saliendo a través del plástico, notarás que se hacen burbujas en el líquido de la botella, cuando ya no se formen y no oigas que sale aire puedes cerrar.

Repite en orden la misma operación de vaciado en todas las ruedas del coche en su purgador correspondiente para asegurarte que el aire de todo el sistema ha sido evacuado y no molesta el buen funcionamiento de tu sistema de frenado.

Paso 4: Comprueba el nivel del líquido

Cuando tengas las cuatro ruedas purgadas, se aconseja volver a revisar el nivel del líquido del depósito para comprobar que esté en su punto óptimo y si es necesario, completar de nuevo para que el sistema de frenado quede en perfecto estado.

El sistema de frenado siempre debe estar en perfecto estado para evitar sorpresas en carretera, mientras circulas, la probabilidad de sufrir un accidente es menor cuando conduces un coche revisado y en el mejor estado, y para ello, tener una póliza de seguro te dará la mejor asistencia posible en carretera.