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El menor precio del gas licuado del petróleo (GLP) en los coches es uno de los principales motivos que llevan a adquirir uno de estos modelos. No obstante, debe tenerse en cuenta que comprar un vehículo de este tipo o adaptarlo en un taller supone un coste que merece la pena valorar detenidamente.

Este combustible suele encontrarse 3 euros por debajo de la gasolina y algunos céntimos más barato que el diésel cada 100 kilómetros. Aunque es más asequible y estos coches ofrecen múltiples ventajas, el coste de adquisición suele ser 1.500 euros más alto que en el supuesto de los sistemas convencionales. Además, si se opta por convertir un vehículo tradicional en GLP es necesario realizar un desembolso que oscila entre 1.500 y 2.500 euros.

¿Cuándo resulta rentable pagar el precio de un coche de gas licuado del petróleo?

Antes de asumir un mayor precio por un coche de gas licuado del petróleo es importante analizar el tiempo que se tardará en amortizar la inversión. Debe tenerse en cuenta que el sobrecoste se compensa con el uso que se haga del vehículo a medio y largo plazo, por lo que resulta una opción interesante cuanto mayor sea el kilometraje que se realice al año.

A grandes rasgos, un modelo GLP resulta rentable a partir de 15.000 o 20.000 kilómetros recorridos anualmente. En este rango de cifras es posible recuperar la inversión en un corto periodo de tiempo, tomando como base que el gas licuado del petróleo cuesta 0,65 euros/litro y la gasolina 1,50 euros/litro aproximadamente.

Asimismo, el entorno idóneo para conducir un vehículo con GLP es la ciudad, ya que es donde se realiza un mayor número de trayectos cortos que van asociados a un consumo más alto de combustible. Además, en el ámbito urbano es posible encontrar una amplia red de gasolineras que ofrecen este tipo de carburante.

Ventajas del GLP

Junto con el menor coste de combustible por kilómetro, el GLP tiene otras ventajas:

  • Se trata de un combustible más respetuoso con el medio ambiente, ya que emite un 15 % menos de CO2 que la gasolina y hasta un 70 % menos de óxidos de nitrógeno (NOx) que algunos modelos diésel. Además, su producción es prácticamente inocua debido a que se aprovecha el proceso de refinado del petróleo para obtenerlo.
  • Gracias a las bajas emisiones contaminantes, los coches GLP cuentan con la pegatina ECO. Esto se traduce en otros beneficios, como por ejemplo descuentos en las zonas de estacionamiento regulado o una reducción en el impuesto de circulación.
  • El mantenimiento de estos vehículos alternativos es más sencillo y, como consecuencia de ello, más barato. Dado que la combustión es más limpia, el motor no sufre tanto desgaste y el consumo de aceite también se reduce.

Como contrapartida, es importante considerar que la red de repostaje de GLP es limitada, por lo que se debe consultar el mapa de gasolineras que se tengan cerca antes de optar por este combustible. Si se vive en una ciudad, sin duda, estos coches resultan rentables, salvo que se realicen muy pocos kilómetros al año o se tramite la baja del vehículo antes de tiempo.

En definitiva, tanto si se adquiere un modelo nuevo como si se realiza la adaptación del vehículo habitual a GLP, siempre es conveniente contar con un Seguro de Coche MAPFRE. De este modo, es posible contar con las coberturas suficientes para hacer frente a cualquier problema.