Como su predecesora, la BMW F 850 GS es una auténtica trail a la que la firma de Munich ha dotado de mayor atractivo y dinamismo con el objetivo de liderar el mercado de las trail del tipo medio, o sea: por debajo de los 1000 cc, con su motor de 83 cc y 95 CV.

Para conseguirlo, BMW no solo ha renovado algunos detalles estéticos, al igual que hace en sus prestigiosos automóviles sino también se ha preocupado de dotarla con una novedad mecánica: su nuevo motor de 853 cc, siendo esta la principal aportación de esta motocicleta.

Renovación estética

En cuanto al apartado estético, se acerca a su hermana mayor: la “1200 GS”, pero en formato mini. Para conseguirlo, incorpora un característico frontal “pico de pato” rematado con una pequeña cúpula que esconde la pantalla digital informativa que hace de cuadro de instrumentos. Y si no fuera suficiente con el nuevo diseño y el motor, el chasis también es nuevo.

La nueva estructura que conforma el chasis presta especial atención no solo a mejorar su comportamiento dinámico, sino también a un nuevo concepto de posición del piloto, cuyo asiento frente al manillar está a 860 mm de altura, buscando el mejor equilibrio ergonométrico que se traduce en una posición casi perfecta para afrontar cualquier tipo de terreno.

Además, el depósito de combustible abandona su posición anterior (debajo del asiento) para regresar a su lugar habitual, lo que también colabora en esta nueva confortabilidad.

La altura del asiento, ahora regulable –podemos elegir desde un máximo de 830 a un mínimo de 770 mm- es todo un detalle para los usuarios de menor estatura, una ventaja que también permite una postura mucho más acorde a la utilización de este modelo con el que se combinan muchos kilómetros sobre asfalto, pero pocos fuera de él.

Eso sí, la horquilla delantera es más del tipo “enduro”, aunque no por ello complica en ningún momento su utilización sobre asfalto; todo lo contrario.

Motor ya conocido

Regresando al motor, se trata del clásico de la casa en la gama “F”, o sea: el dos cilindros en paralelo de 853 cc, con refrigeración líquida y que rinde 95 caballos de potencia. Dispone de acelerador electrónico que le añade a su excelente comportamiento y prestaciones, una innegable suavidad.

En cuanto a su equipamiento de serie es muy completo gracias a una nueva centralita de gestión electrónica que ofrece dos modos de conducción: “Rain” y “Road” que se adaptan al pilotaje y que, además, ayudan, si así lo deseamos, a un comportamiento general de la moto muy equilibrado, tanto a nivel de la respuesta del motor como incidiendo en el sistema de frenado (ABS) y, por supuesto, en el control de tracción (ASC).

Todo ello la perfila como una trail “premium” del segmento medio, pero con vocación de aportar las mejores cualidades de sus hermanas de mayor cubicaje, potencia y, por supuesto, precio (11.860 euros).

Mayor tecnología y variante descafeinada

Y como no podía ser de otra manera, a esta nueva oferta de BMW, también se le ha incorporado un ordenador de a bordo con amplias posibilidades de conectividad, toma de corriente, manetas regulables y una parrilla portaequipajes, práctica para los usuarios a los que les guste montar un cofre trasero.

BMW en base a esta nueva F 850 GS, se ha permitido con tan solo unos ligeros cambios, crear un segundo modelo en la saga de las “F” Se trata de la F 750 GS, que monta el mismo motor, el mismo chasis, casi la misma estética, aunque con una llanta delantera menor y una altura del sillín en un rango inferior de medidas.

El secreto de este modelo “derivado” pero con nombre propio: F 750 GS, radica en que, con un limitador electrónico, han convertido los 95 caballos de la grande, en 77 CV en la “pequeña”, lo que le permite tanto una reducción de peso (20 kilos menos) como de precio (casi 2.300 euros menos). El resto, está claro: es una sola motocicleta, pero orientada a dos perfiles de cliente distintos.

Ficha técnica