Aunque la forma más habitual de recorrerlo es a pie o en bici, en los últimos años se ha popularizado hacer el Camino de Santiago en moto. Esta modalidad permite vivir la ruta de otra manera, dedicando más tiempo a disfrutar de la cultura y la gastronomía. Y todo ello viajando por carreteras espectaculares y paisajes únicos que hacen de ésta, una experiencia inolvidable.
Antes de emprender el viaje
Antes de lanzarte a la aventura, hay que revisar una serie de cosas de la misma manera que se haría para cualquier viaje en moto. Todos los detalles importan si lo que se quiere es evitar disgustos.
- Puesta a punto de la moto. Hay que revisar el estado de los neumáticos, los frenos, las luces, el aceite, la cadena, los retrovisores, y todo aquello que pueda provocar un disgusto en caso de mal funcionamiento.
- Casco integral y guantes. El casco tipo jet no está recomendado bajo ningún concepto. En cuanto a los guantes, si es verano, lo mejor es optar por unos de cuero bobino, ya que además de protegerte ante las caídas, son más frescos.
- Ropa adecuada. Se puede usar chaqueta y pantalón o un mono completo, pero lo importante es que cubra por completo el cuerpo, sobre todo espalda, hombros, codos y rodillas.
- Calzado protector. Lo ideal es que proteja el tobillo y que no tenga cordones.
- Botiquín con analgésicos, alcohol sanitario, gasas esterilizadas, antidiarreico y antihistamínicos para picaduras.
- Documentación: la del conductor y la de la moto.
- Seguro de moto que te ofrezca asistencia en viaje desde el kilómetro 0, asistencia sanitaria o indemnización por robo, entre otras ventajas… Puedes consultar las coberturas del seguro de moto MAPFRE aquí.
Rutas del Camino de Santiago para hacer en moto
Cualquiera de los caminos para llegar a Santiago se puede recorrer en moto, aunque hay que tener en cuenta que no se sigue siempre el mismo trazado y que hay tramos que habrá que hacer en una vía paralela asfaltada o con mejor pavimento. Son las mismas rutas que hacen los ciclistas, que en algunos puntos deben abandonar la senda que se sigue a pie para continuar el camino y regresar más adelante.
Aunque, como decimos, cualquier camino es apto para una dos ruedas, el Francés y el del Norte son los preferidos por los moteros, ya que ofrecen más posibilidades de hacer rutas circulares o de combinar diferentes caminos, y cuenta con desvíos para esos tramos en los que el terreno no es el más adecuado.
Camino Francés en moto
Esta es la ruta con mayor tradición histórica y por ello fue declarada, por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad en 1993.
El trayecto nace en la localidad de Roncesvalles y atraviesa los pirineos para recorrer la península ibérica de este a oeste. Consta de 14 etapas y más de 1.000 puntos de interés. El paso de Roncesvalles por los Pirineos es uno de los más atractivos para montar en moto con buen tiempo.
Tras atravesar el Valle del Ebro se llega a Logroño. En esta parte del itinerario, las curvas sinuosas y retorcidas son una constante, perfectas para una Trail de cilindrada media. La ruta continúa por Santo Domingo de La Calzada, Burgos, León, Ponferrada y, por fin, comienza el tramo gallego.
Para cumplir la misión de llegar a Santiago, hay que acceder por la legendaria subida a O Cebreiro, que es el primer pueblo gallego del camino.
Camino del Norte en moto
El camino del norte es la segunda ruta más concurrida del Camino de Santiago. Recorre todo el norte de la Península en sentido este-oeste, bordeando la costa cantábrica. Comprende 18 etapas en moto y 300 puntos de interés. Es un camino menos saturado que el anterior y, además, las temperaturas aquí son más suaves.
Parte de Irún. Desde allí, aguardan más de 800 kilómetros para recorrer en moto junto al mar Cantábrico, mientras se disfruta de los parajes costeros del País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia.
Pasa por San Sebastián, Zarautz, Deba y Mutriku, donde se adentra hacia el interior por Bilbao y Portugalete. Entra en Cantabria por Castro Urdiales, y sigue por Laredo, Noja, Santander, Santillana de Mar y San Vicente de la Barquera. Después, se accede a Asturias por Ribadedeva, Llanes, Ribadesella y Villaviciosa.
A su paso por Asturias, esta travesía enlaza con el camino primitivo. Es el momento de elegir si partir de Oviedo marchando hacia Lugo y todo el interior o continuar en el camino de la costa. En ambos casos se llega hasta Avilés, y después Cudillero y Luarca hasta Galicia por Ribadeo, sigue por el suroeste hasta unirse al camino francés y termina en Santiago de Compostela.
La mejor época para hacer el Camino en moto
La mayor parte de las rutas se pueden recorrer sin problemas todo el año, salvo el camino primitivo, que acumula muchos tramos de nieve en invierno. Por tanto, la elección de unas fechas u otras depende de cada uno y del tipo de viaje que quiera hacer. Eso sí, no hay que olvidar que las lluvias son constantes en algunos tramos, como País Vasco, Asturias o Galicia, y la calzada puede resultar peligrosa.
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