Tiempo de lectura: 3 minutos

Está claro que la forma es la diferencia entre un volante redondo y uno achatado; esa forma diferente supone también algunas diferencias en la forma de conducción, la funcionalidad y la ergonomía del volante, aunque en general, parece que el gusto personal y la estética es la gran diferencia, lo que impulsa a algunos conductores a preferir uno modelo de volante sobre otro.

El clásico: volante redondo

Lo más habitual y popular es que los vehículos tengan el volante en forma más o menos redonda. Por lo tanto, por costumbre y experiencia, el volante redondo resulta cómodo y práctico para la mayor parte de conductores. Los volantes actuales presentan forma redonda, pero dimensiones justas y precisas para favorecer el control del volante y cualquier tipo de maniobra, apostando por la seguridad.

Los volantes redondos, no obstante, no siempre resultan cómodos, por ejemplo para los conductores más altos que necesitan contar con el máximo espacio entre volante y asiento, para poder acomodarse con cierta flexibilidad a los mandos de su coche. En estos casos, el volante redondo puede ser la peor de las opciones.

Estéticamente el volante redondo se identifica con utilitarios, coches elegantes, pero clásicos. En general, los coches que mantienen los volantes totalmente redondos son minoritarios, aunque todo depende de la estética del interior del vehículo.

Volante achatado: para ciertos tipos de coche

La forma del volante, aunque está asimilada a redonda, no es ni mucho menos la forma única que puede tener un volante. Como ejemplo más extremo, puedes observar los volantes de los coches de fórmula 1, que en muchos casos y en los últimos tiempos, además de presentarse llenos de botones tienden incluso a la forma cuadrada, buscando la máxima ergonomía, funcionalidad y ocupar el menor espacio posible.

Los volantes achatados, especialmente por la parte inferior del volante, suelen empezar a ser fáciles de ver en los últimos modelos de coches de alta gama. Ofrecen diseños más cómodos y buscan la máxima comodidad para los conductores, ofreciéndoles más espacios dentro del habitáculo, lo que hace que la conducción pueda ser más tranquila, cómoda y segura, por tanto.

    Aunque en un primer momento, el volante achatado puede parecerte raro y hasta costarte algún tiempo adaptarte a conducir con uno de estos actuales volantes, lo cierto es que los expertos en seguridad confirman que es una opción válida y cómoda, e incluso en muchos casos son una solución perfecta a los problemas de espacio que pueda tener el conductor.

    Aunque los volantes achatados frente a los redondos se identifican más con coches de competición o con estéticas más deportivas, en los últimos tiempos, el volante achatado se impone en los coches de alta gama con un diseño elegante y muy cuidado, para mejorar la experiencia de conducción y mejorar la accesibilidad al puesto de conducción.

    Al margen de las diferencias entre un volante redondo y uno achatado, parece que los conductores no se ponen de acuerdo cuando se trata de elegir uno sobre otro; como en otros elementos, parece que, de momento, se impone la costumbre y la experiencia, por lo que muchos aficionados al motor, ven aún el volante achatado como un cambio no necesario y que no les proporciona grandes ventajas.

    Aunque es obvio que un volante achatado ocupa menos espacio y resulta menos molesto al entrar, mejorando la accesibilidad del vehículo, en el momento de la conducción el cambio de forma en el volante sí suele notarse. Esto ocurre especialmente en los conductores con más años de conducción con volante redondo, por lo que aunque la ergonomía y la seguridad no se ven en ningún caso afectados, el consejo es no cambiarlo, si no estás dispuesto a acostumbrarte a la nueva forma, salvo que realmente tengas problemas de acceso que mejorarían o desaparecerían con un volante achatado en la parte inferior.

    Y si te gusta configurar tu coche con accesorios a tu medida, también podrás elegir entre varias modalidades de seguros a Todo Riesgo o Terceros entre la oferta de Seguros de Coche MAPFRE con los que te ofrecemos desde la cobertura contra roturas de sus lunas hasta los robos del vehículo y, por supuesto, tu volante.