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No es la última locura de un preparador, sino un modelo creado en la propia fábrica y con la intención de ser fabricado en serie. Se trata del Mercedes G 63 AMG 6×6, una especie de locura todoterreno con 544 CV que parece sacado de una película de superhéroes. Se ha presentado a algunos “buenos clientes” de Oriente Medio en pleno desierto y de crearse suficiente interés se producirá en una pequeña serie.

Todo en el Mercedes G 63 AMG 6×6 es desmesurado. Sobre la base del veterano Mercedes G, se ha creado un modelo alargado, con caja de carga trasera, tres ejes con tracción 6×6 y el motor V8 de 5,5 litros Biturbo de gasolina de 544 CV unido al cambio automático de siete velocidades. Para acabar con el look demoledor, los ejes se han ensanchado respecto a los de un Mercedes G normal, cuenta con neumáticos de gran diámetro, ejes excéntricos y una suspensión elevada. La imagen es espectacular y a todo el mundo le gustaría conducirlo, pero claramente se ve que es un innecesario exceso sin ninguna utilidad real más allá de divertirse en la arena y de sacarle algunos petrodólares a los jeques del desierto.

En el desierto no hay problema para aparcar, por lo que no importan sus 5,87 metros de largo, y no hay que meterlo en ningún garaje, por lo que tampoco importan los 2,3 metros de alto ni los 2,1 metros de ancho.

5,87 metros de largo y tres ejes motrices diferencian a este Mercedes G.

El interior del Mercedes G 63 AMG 6×6 es igual al del -tampoco muy sensato- Mercedes G 63 AMG de serie, es decir, totalmente personalizable. Tiene sólo cuatro asientos, con cuero cosido en forma de rombo y totalmente eléctricos, calefactados y ventilados. No se habla nada sobre el consumo de combustible, pero siendo de gasolina con un motor V8 biturbo y pesando unas 3 toneladas nos atrevemos a pensar que estará cerca de los 30 litros/100 km.

Por donde pasa el G 63 AMG 6×6 ya no crece la hierba… Y se acaba el combustible.