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La potencia y el consumo de un coche son dos variables trascendentales al elegir un automóvil. Una mayor fuerza de empuje viene acompañada de un mayor gasto de combustible. Es por esa razón que es conveniente analizar cuánto vigor necesitamos que tenga realmente nuestro vehículo y de esta manera no incrementar de forma innecesaria la gasolina que utilizamos. Conocer qué tipo de propulsores tienen un mejor rendimiento también será otro modo de que optimizar la potencia sin necesidad de disparar el consumo. Si de repente notas que el coche pierde potencia y el consumo aumenta, quizás tengas una avería en los inyectores y debas acudir al taller.

Qué tipo de motor de coche ofrece una mejor relación potencia vs consumo

Si queremos que nuestro automóvil sea potente pero que no venga aparejado de un gran gasto de combustible tenemos que fijarnos en su rendimiento. Entendemos como eficiencia el porcentaje de energía que nos devuelve el motor frente a la que le fue proporcionada en el inicio. Sin centrarnos en marcas y modelos concretos, por lo general los propulsores eléctricos son los ganadores en este aspecto pues tienen un rendimiento en torno al 90%. Por su parte, los diésel obtendrían unas cifras cercanas al 40%, mientras que los motores de gasolina se quedarían en un 30%.

Los datos muestran que un automóvil eléctrico sería hasta el triple de eficiente que uno de gasolina. La explicación que realizan los expertos sobre esta disparidad es que los motores eléctricos no desperdician tanta cantidad de energía debido a que no desprenden tanto calor. En el caso de los propulsores de combustible fósil, cuando se realiza la presión necesaria para obtener la potencia, una gran cantidad es desaprovechada en forma de un aumento de temperatura.

    Fórmulas para mejorar la potencia vs consumo de un coche

    Los fabricantes trabajan en modos de incrementar la capacidad de los vehículos sin que venga necesariamente aparejada de un mayor consumo. En la actualidad hay dos tendencias claramente destacables:

    • Downsizing. Consiste en usar un turbocompresor que permita minimizar el tamaño del motor y su cilindrada sin que sus prestaciones se vean reducidas. Se logra de esta manera que un propulsor pequeño emule a otro más grande y que tendría un mayor consumo, por lo que se produce un ahorro significativo de combustible. Es necesario mencionar que este tipo de maquinaria es muy sensible al tipo de pilotaje que se realiza, por lo que es aconsejable cuando se tiene una conducción relajada.
    • Híbridos. Al ser más eficientes y requerir menos gasto de combustible, los motores eléctricos son una gran opción. Sin embargo, aún no tienen una autonomía que los haga viables para recorrer grandes distancias. Aunque se están realizando grandes mejoras en este aspecto, la opción más empleada en la actualidad es la combinación de este tipo de propulsor con un motor tradicional; así se consigue un rendimiento muy interesante sacando lo mejor de ambas opciones.

    Cuál es la mejor relación de potencia vs consumo según el modelo de coche

    Una mayor potencia hará que el vehículo responda de una manera más rápida a las situaciones que se le presenten en la carretera pero también implicará un mayor desembolso de combustible. Por esa razón es importante ser conscientes del uso que se hará del automóvil y no excederse más de lo necesario, haciendo de este modo que nuestra compra sea más inteligente y minimicemos el consumo diario. Te mostramos una tabla indicativa de qué energía debería de ser la adecuada para cada tipo de coche:

    • Microurbano. Lo mínimo serían 50CV mientas que lo ideal son 70 CV.
    • Utilitario. Deberíamos exigir 80CV. Si queremos estar cubiertos ante todo tipo de acontecimientos podemos subir a 100 CV.
    • Compacto. Partiremos de 90CV pero no merece la pena excederse de 120 CV.
    • Berlinas. El mínimo debería de ser de 110 CV y el máximo de 180CV.
    • Monovolúmenes. La horquilla de potencia en la que nos deberíamos de mover sería entre 110 CV y los 200 CV. Este último caso solamente en aquellos que sean de gran tamaño
    • SUV. Los compactos no necesitarían más de 150CV, mientras que si hablamos de un familiar nos moveríamos entre los 170 CV y los 200 CV.

    La relación entre potencia vs consumo de un coche es un aspecto fundamental. Teniendo en cuenta el tipo de motor, su eficiencia y su fuerza podremos llevar a cabo una decisión inteligente y elegir el vehículo que mejor se adapte a nuestras necesidades. Afortunadamente a la hora de contratar una póliza la decisión es mucho más sencilla pues el Seguro de Coche MAPFRE es una gran opción, independientemente de cómo sea tu automóvil.

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