Mercedes anuncia sus modelos eléctricos bajo las siglas EQ que estrenará con el inicio del otoño de 2019. El Mercedes EQC 400 4Matic, será el primer SUV de esta línea, que fija su precio en 77.425 euros.

En este caso tenemos un SUV de 2,5 toneladas de peso, fruto de su plataforma “sándwich” de 2,87 m de batalla que debe acoger unas baterías de tracción de 650 kg de peso. Mide 4,76 m de largo, 1,88 de ancho y 1,62 de alto, con una notable habitabilidad (similar a la del GLC) dada su gran batalla y un maletero de 500 litros. Su garantía es de 2 años.

Las características del nuevo Mercedes EQC 400 4Matic

La función motriz está encomendada a dos motores eléctricos  asíncronos eATS, uno por cada eje y de 150 kW para asegurar así la tracción a las cuatro ruedas, con una potencia total de 300 kW (408 CV) y un par motor máximo de 78 mkg (765 Nm).

Ambos son alimentados por un conjunto de baterías de ion-litio con una capacidad de 80 kW/h (de entrega que no de carga) formadas por 384 celdas colocadas bajo el suelo del vehículo y fabricadas por Deutsche Accumotive, filial del grupo Daimler. Baterías que tienen 8 años de garantía o 160.000 km.

Su capacidad de carga es de 80 kWh (una cifra razonable), sólo que la autonomía es de 450 km, aunque Mercedes ya se cura en salud indicando que el consumo de energía “depende mucho del estilo de conducción”, anunciando por otra parte un consumo mixto de 22,2 kWh cada 100 km, una cifra muy alta si pensamos que los eléctricos más avanzados están en los 16 kW/h de media.

Por otra parte, se nos dice que este consumo atiende al ciclo normalizado europeo (WLTP), pero no ha sido medido bajo el mismo (sólo adaptado partiendo del anterior sistema NEDC).

Las prestaciones anunciadas son de 5,1 segundos para cubrir el 0-100 km/h  y una velocidad punta autolimitada a 180 km/h, en un vehículo de 2.425 kg de peso oficial en vacío (o sea 2,75 toneladas en orden de marcha).

El Mercedes EQC ofrece 5 modos de conducción (Comfort, Eco, Max Range, Sport e Individual), además de un pedal del acelerador háptico (que emite impulsos para, por ejemplo, invitar a levantar el pie del mismo) que debería ayudar a mantener un estilo de conducción económico, al igual que el modo Eco, capaz de indicar cuándo es momento de levantar el pie al acercarse a un límite de velocidad, un “stop”, una rotonda, etc…

Dos niveles de equipamiento

Denominados Electric Art y AMG Line, cada uno con sus detalles específicos, el primero en confort y el segundo deportivo, con aditamentos aerodinámicos, llantas AMG de 20” y 21” de diámetro, etc.

El paquete AMG Line añade el volante deportivo AMG achatado, pedalier de acero inoxidable, tapicería en símil de cuero y microfibra, etc… Y ambos traerán de serie faros de diodos Multibeam.

Este Mercedes EQC eléctrico ofrece también el sistema multimedia MBUX que ya equipa el Mercedes Clase A, con el cuadro digital y la doble pantalla (de 10,3” cada una), en este caso con instrumentación específica y datos como autonomía restante, estado de carga de las baterías o diagrama del flujo energético, entre otras cosas, además del asistente de voz «Hey, Mercedes».

Entre las ayudas a la conducción encontramos el control de crucero activo Distronic, el de frenada activa, función de conducción en retenciones, etc.

Además, este EQC ofrece funciones propias como la preclimatización, para adecuar la temperatura del habitáculo antes de iniciar la marcha, la navegación optimizada EQ (con aviso de estaciones de recarga, por ejemplo) o el sistema “Mercedes me Charge”, que cuenta con una función integrada de pago en estaciones de recarga, permitiendo que el cliente seleccione su método de pago preferido.

Y ya que hablamos de recarga (con corriente alterna o continua), Mercedes anuncia 80% de la carga en 40 minutos y el 100% en 1hora con 22 minutos para estaciones de carga rápida (400 V y 300 A), casi 11 horas con un Wallbox (230 V y 32 A) y hasta 46 horas desde un enchufe doméstico convencional (230 V y 10 A).

EQC resulta pionero en su protección de las baterías en caso de choque (para evitar roturas y electrocuciones), asegurada con diferentes protecciones: desde elementos de deformación entre el bastidor y la batería para absorber la fuerza de un impacto, al escudo protector de la parte delantera del vehículo.

Y en cuanto a protección electrónica en caso de accidente, el sistema de alto voltaje se desconecta automáticamente tras un impacto, de forma reversible o definitiva, según la gravedad.

En suma, un eléctrico aún lejos del nivel de eficiencia esperable, ofrecido a un precio elevado y con una sensación al pie rara al frenar.

Destacan también las buenas sensaciones que transmite en su conducción, así como el confort y la insonorización en su interior de calidad y unas prestaciones destacadas.