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La definición de contramanillar lo establece como el inicio de un giro empujando el manillar ligeramente hacia el lado contrario al que de verdad tenemos que girar. Te contamos la explicación física de esta técnica y cómo llevarla a cabo.

Por qué funciona el contramanillar

Es importante saber que esta técnica para tumbar la moto solo funciona a velocidades notables, debido a la dinámica del vehículo, a las fuerzas centrípetas y al efecto giroscópico.

Debido a estos rasgos, al tomar una curva, la moto se tumba hacia el interior de la misma, y la rueda delantera sale del eje de gravedad del vehículo. Este desvío lo compensamos con nuestro peso, consciente o inconscientemente. Y de nuevo, para salir de la curva, tan solo tenemos que girar el manillar en la verdadera dirección de la curva. Ésta es básicamente la técnica del contramanillar.

Aunque su verdadero funcionamiento responde a leyes de mecánica algo complejas, lo cierto es que no hace falta ser ingeniero para llevar a cabo esta práctica en la carretera. Sin embargo, sí hay algunas indicaciones que podemos seguir para llevar a cabo el contramanillar con cuidado y protección.

Claves de la técnica de contramanillar

Nuestros brazos deben estar relajados y en paralelo al suelo. Pese a los pequeños baches de la carretera, como guijarros, etc., no podemos sujetar la moto de una manera férrea, porque entonces estaremos luchando contra ella, en lugar de controlándola: recordemos que el contramanillar es una técnica para tumbar la moto de pequeños movimientos de manillar, en lugar de fuerza o brusquedad.

Además, estando relajados evitaremos la pronta aparición de la fatiga. Por este motivo, un giro que se haga con las fuerzas de la mecánica en lugar de la de nuestros brazos a una velocidad considerable (a mayor velocidad, mayor fuerza hemos de hacer para mover el manillar), es altamente recomendable.

Es importante conocer al detalle nuestro vehículo para no tener sorpresas al intentar contramanillar, ya que esto funciona mucho con intuición. Aunque también, claro, con entrenamiento y práctica. Una vez tengamos dominada esta técnica, tendremos que protegernos contra todos los imprevistos que podamos encontrar en la carretera. Para ellos, el Seguro de Moto MAPFRE ofrecen las mejores coberturas para que podamos sentirnos cómodos en nuestra dos ruedas.