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Los coches nuevos que salen al mercado cuentan con numerosos elementos para simplificar muchas de las acciones que se realizan durante la conducción. La automatización de los vehículos ofrece una mayor comodidad y algunas innovaciones, como el freno de mano eléctrico, están cada vez más extendidas.

¿Cómo funciona el freno de mano eléctrico?

El freno de mano eléctrico, también conocido como freno de estacionamiento eléctrico, sustituye a la palanca de mano común. En su lugar, el accionamiento se produce presionando únicamente un mando o un botón que, a través de un mecanismo, bloquea los frenos del coche.

En el sistema convencional del freno de mano, al tirar de la palanca, lo que se consigue es tensar un cable que está conectado con los frenos. Así, se ejerce presión sobre los mismos para evitar que las ruedas se muevan.

En el caso del freno de mano eléctrico es posible encontrar dos tipos de funcionamiento:

  • A través de un motor que tensa el cable y permite accionar el mecanismo en cada rueda.
  • Con un pequeño motor eléctrico colocado en cada pinza de freno que bloquea las diferentes ruedas.

Pros y contras del freno de estacionamiento eléctrico

Los frenos de mano eléctricos presentan una composición más compleja que las palancas convencionales y como consecuencia de ello, ofrecen algunas ventajas:

  • La comodidad de no tener que tirar con fuerza de la palanca de mano. En los frenos de estacionamiento eléctrico basta con presionar el mando para que el sistema eléctrico accione el freno con toda la fuerza necesaria.
  • Se reduce el riesgo de que el coche se mueva cuando está aparcado en una rampa inclinada.
  • En la mayoría de los modelos, estos sistemas se activan de forma automática cuando el conductor para el vehículo y apaga el motor. Del mismo modo, el freno se libera cuando se arranca el coche, se mete la primera marcha y se acelera para iniciar el recorrido.
  • Su tamaño es inferior al freno de mano común, por lo que ocupa menos espacio en el habitáculo.
  • Constituye una ayuda de arranque en pendiente, ya que el freno de estacionamiento eléctrico se activa durante unos segundos cuando el vehículo reconoce que está sobre una calzada empinada.
  • Ofrece una mayor seguridad en las frenadas de emergencia, evitando que el coche derrape y permitiendo tener un mayor control sobre el mismo.

Por otro lado, los frenos de estacionamiento eléctrico también presentan una serie de contras, entre las que destacan:

  • Como consecuencia del mecanismo más complejo que incorpora, estos frenos automáticos suelen presentar un mayor número de averías que, por norma general, suelen ser bastante costosas.
  • Necesita un mantenimiento específico en el que se utilicen equipos de diagnosis electrónicos, lo que encarece las revisiones periódicas.
  • Una solución tan sencilla como es empujar el coche cuando se queda sin batería no es viable en un modelo que incorpora freno de mano eléctrico porque las ruedas se quedan bloqueadas. Para liberar el vehículo sería necesario consultar el manual de instrucciones.
  • Cuando se acciona, no es posible regular la intensidad, sino que las únicas variables son bloquear o soltar.
  • Cuando el coche se encuentra en marcha, para conseguir que el freno de mano eléctrico actúe es necesario pulsar varias veces la tecla, lo que puede suponer un peligro en situaciones extremas.

Como resumen te dejamos este vídeo con las soluciones para una frenada irregular:

Sabiendo cómo funciona el freno de mano eléctrico, en cierto modo, constituye un mayor confort durante la conducción. Pero para desplazarse de una forma mucho más cómoda y poder hacer frente a posibles incidentes, es recomendable contratar un Seguro de Coche MAPFRE que ofrece todas las coberturas que se puedan imaginar.