Tiempo de lectura: 3 minutos

Ahora que tienes claro que un coche eléctrico es un vehículo atractivo para ti, la siguiente pregunta lógica es: ¿qué mantenimiento y que averías tienen estos coches? Si en ahorro energético y cuidado del medioambiente son imbatibles qué ocurre en las facturas de taller.

¿Se estropean más los coches eléctricos?

Las averías en los coches eléctricos tampoco parece que se puedan señalar como una desventaja para este tipo de vehículos que se van imponiendo frente a los de combustión. Los vehículos enchufables y también los híbridos precisan de mantenimiento, reparaciones y recambio de piezas, pero, según los expertos, en la comparativa con los coches de gasolina o gasoil salen ganando por razones de diseño y construcción.

La razón por la que es posible afirmar que los eléctricos sufren menos averías es sencilla: el motor de un coche eléctrico es mucho más básico que el de uno de combustión interna. Hay muchas menos piezas y sistemas implicados por lo que es menos probable el fallo. Se confirma que frente a un coche tradicional los eléctricos tienen un 60 por ciento menos de piezas.

No es justo ni real afirmar que  un coche eléctrico es infalible, ningún vehículo lo es y para eso existen las coberturas de los Seguros de Coche Eléctrico MAPFRE que los protegen, pero hay que reconocer que en número de piezas y sistemas el coche eléctrico es mucho más parco: no hay correa de distribución, ni embrague ni tubo de escape, ni caja de cambios entre otros.

Son piezas que con el  paso del tiempo se desgastan y fallan en un coche de gasolina o diesel, pero nunca tendrás ese problema en un eléctrico.

Algunos estudios del sector del motor confirman que los eléctricos permiten ahorrar entre el 40 y el 50  por ciento en la factura de taller (mantenimiento y averías) frente a un coche de combustión interna.

La batería, el elemento a cuidar en un eléctrico

Los eléctricos se sitúan como coches fiables y con poca propensión a la avería. Al menos a los clásicos problemas a los que estás acostumbrado a sufrir con un coche de combustión: caja de cambios, turbo, correa de distribución… De esto no tendrás que preocuparte, nunca jamás, si conduces un eléctrico.

La batería, sin embargo, es el elemento principal en los coches propulsados por electricidad. Sí, como ocurre con tu móvil, debes preocuparte por cuidar y alargar la vida útil de la pila de tu coche eléctrico. Por el momento, los fabricantes de eléctricos reconocen que con el paso del tiempo la batería se desgasta y tienen a perder autonomía.

La durabilidad de las baterías de litio que montan los eléctricos es uno de los puntos que más se investiga en el sector para mejorar la autonomía de estos vehículos. De hecho, en solo una década la mejora ha sido más que notable.

Actualmente hay fabricantes que garantizan hasta ocho años un nivel atractivo de autonomía y se estima que la vida útil de una batería de coche eléctrico está entre los 10 y los 15 años. Hay detalles externos  que dependen del mantenimiento y el cuidado que se les proporcione.

  • Ciclos de carga: deben ser lo menos numerosos y frecuentes que sea posible, cuando la batería presente niveles bajos y no antes.
  • Sistema de carga: las cargas rápidas o con cargadores de alta potencia no son los más aconsejables, si quieres prolongar la vida útil de tu pila de coche.
  • Velocidad a la que se circule de manera habitual.

El concepto tradicional de avería de coche, relacionado con el motor, no es comparable al que puede tener un eléctrico relacionado con la batería, pero actualmente no se puede negar que es el elemento susceptible de fallar, especialmente con el paso del tiempo.

¿Qué mantenimiento sí tiene un coche eléctrico?

Hay muchas piezas que no tiene y no pueden romperse en un coche eléctrico, pero ten en cuenta las que sí están y tienen la misma propensión al desgaste o la avería que en cualquier otro vehículo.

  • Ruedas: hay que cambiarlos y vigilar su desgaste y rodadura para mantener la seguridad. Conducir con neumáticos en mal estado es igual de poco recomendable aunque tu coche sea eléctrico.
  • El sistema de amortiguación de un coche con batería eléctrica no es muy diferente al de uno de combustión interna, tendrás que contar con las mismas precauciones, sustituciones y posibles averías.
  • Sistema de frenado: las pastillas de freno sufren menos en un vehículo eléctrico por el sistema de frenada regenerativa, pero aunque menor existe desgaste y hay que vigilar su estado, así como el nivel el líquido. No son eternos.
  • Líquido refrigerante de las baterías: no es el mismo que el que usas en un coche tradicional, pero existe un líquido específico para los coches eléctricos. Debe cambiarse, según las especificaciones del fabricante, lo más habitual es que se recomiende entre los 80.000 y 120.000 kilómetros la primera vez.