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Para mantener un correcto funcionamiento de tu motor y de todos sus componentes, los filtros juegan un papel muy importante. Debido a ello, estos siempre deben estar en las mejores condiciones posibles para que su funcionamiento sea lo más eficaz posible. En ocasiones y debido a que están expuestos a impurezas estos se atascan o se ensucian, el filtro de partículas es uno de los más afectados y requiere un mantenimiento especial. Te mostramos los distintos métodos disponibles como la regeneración forzosa del filtro de partículas.

Qué es el filtro de partículas

Este tipo de filtros son los encargados de filtrar el hollín y almacenarlo para evitar que salga al exterior y sus partículas contaminen en exceso. El hollín, se produce por la mala combustión de los carburantes y es más habitual en vehículos diésel. La acumulación excesiva de este material hace que se produzcan obstrucciones que hacen que el motor de tu coche se resienta, por lo que es necesario eliminar dicho atasco mediante una regeneración del mismo.

No todos los coches cuentan con él, por lo que deberás consultar tu manual de usuario para comprobar si tu coche lo tiene y realizar el mantenimiento adecuado. Debes tener en cuenta que el hollín se produce en mayor cantidad cuando se circula dentro de la ciudad realizando trayectos cortos debido a que el motor no llega a calentarse correctamente y el combustible no se quema de forma óptima.

¿Qué es la regeneración forzada del filtro de partículas y qué otras opciones existen?

La regeneración forzada consiste en eliminar las acumulaciones del filtro de partículas de una manera drástica. Para ello, es necesario que el vehículo aumente la temperatura del motor y con ella la de los gases que se desprenden del tubo de escape. Mediante el calor que se produce dentro del tubo de escape, las partículas de hollín se queman y el filtro queda limpio.

A pesar de ello, es un método que puede tener consecuencias negativas tanto para el medio ambiente como para el vehículo en sí. Al aumentar la temperatura de los gases, lo hace también la emisión de gases contaminantes a la atmósfera durante el tiempo que el proceso está en funcionamiento. Además, debido a las altas temperaturas se puede provocar algún pequeño incendio fortuito. Este proceso debe realizarse en un taller y siempre bajo supervisión.

Regeneración automática

Esta la realiza el propio vehículo mientras circula por una carretera. En este momento, el motor supera las 2500 revoluciones; por este motivo, los gases del escape están sometidos a altas temperaturas. Estas hacen que la regeneración del filtro se produzca de manera automática. Pero, la verdad es que la mayoría de los coches se utilizan en ciudad y en recorridos cortos, por lo que esta opción pocas veces entra en funcionamiento.

Regeneración manual

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En el caso de que el coche no pueda realizar la tarea de regeneración de forma automática, puedes realizarla de manera manual. Si la centralita del vehículo detecta que la regeneración no puede realizarse aumentará la presión del filtro haciendo que aparezca un aviso en tu panel de control. En ese momento, puedes intentar solucionar el problema de forma manual. Para ello, deberás hacer que el coche alcance un número alto de revoluciones, estas deben superar las 2.500, para poder conseguirlo, la mejor opción es que circules por una autovía o una carretera durante al menos media hora para que se pueda eliminar todo el hollín acumulado.

Limpiadores químicos

Este tipo de productos están diseñados para ser inyectados en el filtro y disolver el exceso de partículas acumuladas. En el mercado existen distintos limpiadores de este tipo y algunos son muy potentes. Antes de decidirte por alguno de ellos, es muy importante que visites tu taller ya que ellos podrán asesorarte de la mejor manera.