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En los motores de combustión interna -tanto diésel como gasolina-, la bancada constituye la parte inferior del motor y hace de soporte para las piezas en movimiento, además de ejercer de muro de contención para el aceite. Es un componente tan resistente que es capaz de soportar las fuerzas internas generadas por el motor.

¿Cómo es la bancada de motor?

La bancada de motor, generalmente fabricada con acero de fundición, está constituida por dos perfiles de doble T que desembocan en sendas caras totalmente planas sobre las que se apoyan los bastidores -encargados de sujetar el motor-. Las caras de los perfiles forman, a su vez, una especie de bandeja (el cárter), de donde salen unos tubos por los que pasa el aceite hasta llegar al tanque de lubricación, ubicado justo debajo. Una vez descargado el aceite, éste regresa al circuito de lubricación impulsado por la bomba de aceite.

Los perfiles están unidos entre sí mediante tabiques transversales sobre los que hay unas hendiduras semicirculares en las que se ubican los cojinetes de bancada y sobre ellos, a su vez, el cigüeñal del motor.

¿Cuál es su función?

Según la descripción anterior, la bancada se encuentra debajo del bloque motor (donde están las cámaras de combustión y los pistones), encima del cárter, y en su interior aloja el cigüeñal, que es movido por las bielas que van hasta los pistones.

Teniendo esto en cuenta, podemos apreciar que una de sus funciones básicas es la de dar solidez al motor y hacer de contención a las enormes fuerzas generadas por el giro del cigüeñal. Las bielas hacen girar el cigüeñal de forma alterna al ritmo que marcan los pistones. Cuando éstos aplican la fuerza de expansión dentro del cilindro, dicha fuerza golpea a la bancada empujándola hacia abajo, la cual permanece inalterable gracias a sus fuertes sujeciones.

Por otra parte, a pesar de que la bancada está alejada de las cámaras de combustión, tiene que soportar las altas temperaturas del motor, además de las presiones generadas por la bomba de aceite y el movimiento del motor.

Partes de la bancada de un motor

A simple vista, la bancada de motor es una pieza única de metal de forma rectangular surcada por vigas transversales y longitudinales, pero en realidad se compone de diferentes partes que cumplen diversas funciones:

Vigas longitudinales

Son las que conforman los lados del rectángulo (los dos perfiles de doble T) y su función estriba en soportar las fuerzas longitudinales y evitar la deformación en ese sentido que pueda afectar a la bancada.

Vigas transversales

Son perfiles en forma de I que sirven de unión entre los dos perfiles de doble T y que ejercen la misma función que las vigas longitudinales, pero en sentido transversal. Sobre ellas se encuentran los cojinetes en los que se ubican los pernos del cigüeñal.

Superficie de apoyo del bloque motor

Es la superficie completamente plana sobre la que se apoya el bloque motor. Su diseño liso y plano permite que las fuerzas del peso del montante se distribuyan equitativamente y no se formen holguras.

Alojamiento del cigüeñal

Son las pequeñas hendiduras que se encuentran sobre las vigas transversales. Además de alojar el cigüeñal, permiten que éste gire y a su vez absorben las fuerzas generadas por los pistones.

¿Qué averías puede presentar?

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La bancada de motor es tan resistente que rara vez sufre una rotura. Puede ocurrir que por un defecto de fábrica o como consecuencia de un siniestro, el motor se rompa por esta parte, pero no es lo habitual

Lo que sí podemos encontrar son determinadas averías en elementos relacionados con esta parte, por ejemplo:

  • Desgaste en los soportes de goma que unen la bancada al coche. Normalmente, cuenta con, al menos, tres soportes: uno al lado de la distribución; otro junto a la caja de cambios; y el último en la parte baja del motor. Su función es la de absorber las vibraciones del motor para que dentro del coche no se noten los movimientos, por lo que, con el paso del tiempo, pueden deteriorarse.
  • Pérdida de líquidos. Parte de los circuitos de lubricación y refrigeración del motor se encuentran en la bancada. Si se presentan problemas en las juntas puede desencadenar alguna pérdida de estos líquidos, aunque si el motor no ha estado expuesto a temperaturas fuera de lo normal es raro que sufran desgastes o deformaciones.