La función de una batería es almacenar la energía eléctrica producida por el generador con el fin de alimentar el motor de arranque o suministrar energía a los componentes eléctricos. Esta pieza tiene una vida útil: tarde o temprano irá perdiendo capacidad de almacenamiento y habrá que reemplazarla.

Llegado ese momento, será preciso elegir qué tipo de batería le conviene a tu moto: de litio, de plomo, o de gel.

Te mostramos las diferencias y ventajas de cada una para que puedas tomar la mejor decisión.

Batería de gel, litio o plomo para moto: diferencias

Baterías de plomo para moto

Su composición se basa en unas placas de plomo bañadas en ácido sulfúrico y contenidas en una carcasa de plástico. Llevan unos tapones roscados, uno por cada división entre placas. Pueden ser con o sin mantenimiento.

En el primer caso habrá que rellenarla con agua destilada cada dos o tres meses, en función del uso que tenga la moto y de dónde se aparque (al sol, con frío, humedad, etc.).

Estas baterías tienen una vida útil de dos años, aproximadamente.

Pero tienen varios inconvenientes. El más relevante es su impacto medioambiental debido al plomo y los problemas contaminantes que genera. Además, este material hace que sea una batería muy pesada.

Tanto es así que los fabricantes se las ingenian para ubicarla en un punto centrado para no restar estabilidad, o directamente la colocan en la parte trasera, ya que tiene el condicionante de que debe estar en un sitio accesible para su rellenado.

Otro punto negativo es que necesitan la gravedad para funcionar correctamente: si se vuelcan pueden estropearse.

Baterías de gel para moto

En este caso, el electrolito tiene añadido un compuesto de silicona, por lo que no hay riesgo de derrames de ácido. Son ideales, por tanto, para motos de campo, motocross, enduro, que pueden hacer piruetas desafiando la gravedad sin correr el riesgo de que la batería se estropee. Eso sí, no se pueden colocar boca abajo.

Por otra parte, esta consistencia del electrolito reduce el porcentaje de evaporación y evita que se liberen gases, lo que a su vez impide la corrosión de sus postes.

Son más resistentes que las de plomo, pero son más caras. Además, hay que tener cuidado porque deben cargarse con tensiones más bajas, por eso el cargador debe estar correctamente ajustado.

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Baterías de litio para moto

Para efectuar la reacción química reversible entre el polo positivo y negativo, estas baterías emplean sal de litio como electrolito, que suministra los iones necesarios para su funcionamiento. Es la variedad más moderna y con tecnología más avanzada y por ello, la más cara.

Son más ligeras que las de plomo (pesa hasta cuatro veces menos) y tienen una vida útil más larga. Además, ofrecen una mejor resistencia a la descarga, permiten cargas muy rápidas y no requieren mantenimiento.

También hay que destacar que, al no tener electrolitos, estas baterías se pueden instalar volcadas e incluso boca abajo, lo que ofrece muchas alternativas para su montaje.

Sin embargo, entre sus inconvenientes encontramos que su rendimiento a temperaturas bajo cero grados se ve limitado, y que no sirven para alimentar otros sistemas (como móviles o GPS) si la batería no está recibiendo carga.

Además de elegir la mejor batería para tu dos ruedas, es importante ser precavido y disponer de un Seguro de Motos MAPFRE con asistencia en viaje desde el kilómetro cero, por lo que pueda pasar. Infórmate sin compromiso de todas sus opciones.