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Suele ser habitual que por falta de tiempo, por pereza o, simplemente, porque anteponemos otras labores, dejemos de lado el limpiar llantas de nuestro vehículo; para empezar, es importante decidir si queremos obtener el mejor de los resultados. Para ello, es fundamental que desmontemos la rueda y limpiemos el interior de la llanta. Esta forma de limpiar las llantas suele dejarse en manos de los profesionales, pero es la más adecuada para conseguir un resultado óptimo.

Tener unas llantas relucientes es cuestión de paciencia y de trabajo bien hecho. Los materiales, muy sencillos: un cubo con agua y jabón, algunos limpiadores específicos y numerosos cepillos y pinceles deslumbrar a todo el que vea nuestro coche. Además, estos son algunas claves para conseguir la mejor limpieza.

Limpieza de llantas: paso a paso

  • Las ruedas deben estar frías. No es recomendable que estén calientes, ya que los frenos acumulan y transmiten a la llanta gran cantidad de calor. Esto puede provocar que los productos se sequen de forma prematura. Además, una de las claves es respetar los tiempos que propone el fabricante: solo así, evitaremos manchas innecesarias o resultados poco profesionales. Es importante que antes de utilizar el producto por toda la llanta, lo hagamos sobre una pequeña zona, dejemos actuar y aclaremos. Si el resultado es bueno, podemos aplicarlo sobre ella al completo. Además, mucho cuidado con las llantas pintadas: estas no aceptan limpiadores agresivos.
  • Llena un cubo con abundante agua y añade el jabón.  Procede a limpiar la parte interior de la llanta y aplica limpiador, dejándolo actuar durante unos 3 minutos. Cuando lo hayas hecho, moja el cepillo y lava la llanta y el neumático. Es importante que para obtener un buen resultado, utilices un pincel específico para las llantas y otro para los neumáticos; así, pese a que haya mucha suciedad acumulada, los resultados serán buenos.
  • Utiliza un cepillo de dientes viejo para acceder a las zonas más complicadas de la llanta. Una vez que la parte posterior esté limpia, comienza a limpiar la parte frontal. Recuerda aclarar bien todas las zonas para que no queden restos del limpiador y, con el paso del tiempo, puedan dañar tus llantas. Posteriormente, aplica protector o abrillantador de neumáticos y, cuando lo hayas hecho, aplica una capa de cera sintética sobre las llantas, que te ayudará a que el resultado sea perfecto. Si quedaran restos, ocúpate de eliminarlos con una bayeta de microfibra.
  • Aplica una nueva capa. Cuando hayas finalizado este proceso, puedes aplicar una nueva capa de protector/abrillantador a la llanta, para obtener un resultado óptimo.

Además de los consejos anteriores, es importante que tengas en cuenta que la calidad de los productos es muy importante a la hora de limpiar llantas: a veces se recomiendan productos más económicos que, a la hora de la verdad, pueden ser corrosivos para la llanta. Por eso, debes confiar en tu mecánico de confianza que será quien te oriente sobre el mejor producto para tu vehículo.

Unas llantas relucientes dicen mucho de ti y de tu vehículo, al igual que lo hace el estado en el que mantienes tu coche. Para que siempre cuentes con la mejor asistencia y no tengas que preocuparte de imprevistos, nada mejor que contrates tu Seguro de Coche MAPFRE: con sus coberturas estarás tranquilo y podrás disfrutar de tu vehículo.