La retroalimentación en motores diésel es una de las averías más graves que puede ocurrir en un coche, especialmente si el motor tiene turboalimentación. Este fenómeno puede dejar el coche totalmente inutilizado en minutos, y aunque no es común, si ocurre, es crucial saber cómo actuar para evitar que los daños sean irreparables. En este artículo te explicamos qué es la retroalimentación, por qué sucede, y cómo prevenirla en motores diésel.
Lo primero que debes saber es que la retroalimentación se produce cuando hay una avería en el turbo, el motor comienza a beber su propio combustible y alcanza su régimen máximo de revoluciones hasta haber consumido todo el aceite.
¿Qué es la retroalimentación en los diésel?
La retroalimentación (también conocida como diesel runaway) es un fenómeno en el que el motor de un vehículo diésel comienza a acelerarse de forma incontrolada debido a un suministro excesivo de combustible. Esto sucede cuando, por una fuga de aceite, este fluido llega a la admisión del motor. La combustión no solo usa el gasóleo, sino que comienza a usar también el aceite de la propia máquina, lo que lleva al motor a revolucionar a una velocidad peligrosa.Es un proceso difícil de detener una vez que comienza, porque el motor sigue generando más revoluciones sin control. La falta de respuesta al pedal del acelerador, el humo blanco excesivo y el ruido extraño son algunos de los síntomas de que se está produciendo retroalimentación en el motor diésel. Si no se pone remedio, se acabará consumiendo todo el aceite hasta que el motor se termine gripando y destrozando por completo.
Presenciar una avería de este tipo es impactante, y no solo por la cantidad de humo, también porque, aunque el coche esté parado, el motor sigue girando como si tuviera el acelerador bloqueado a fondo, tal y como puede apreciarse en este video:
¿Por qué ocurre?
- La fuga de aceite es la causa más común de retroalimentación, ya sea por un fallo en el turbo, en los sellos o en las mangueras del sistema de lubricación.
- Una vez que el aceite empieza a quemarse como combustible adicional, el motor comienza a girar más rápido, lo que aumenta la cantidad de aceite quemado, creando un círculo vicioso.
¿Cómo detectar esta avería?
- Aceleración incontrolada: Si el motor se acelera sin haber tocado el acelerador, es una señal de que algo no está bien.
- Humo blanco denso: Esto indica que el motor está quemando aceite.
- Ruidos extraños: Un motor funcionando a régimen máximo genera un ruido excesivo.
¿Qué hacer cuando el coche se retroalimenta?

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- Mantén la calma: Aunque es un momento crítico, lo primero es no entrar en pánico.
- No apagues el motor normalmente: Intentar apagar el motor sin que haya una solución adecuada podría dañar más el coche.
- Calar el motor de forma brusca: Si es posible, calar el motor de manera rápida y efectiva. En coches con transmisión manual, una de las formas más efectivas es poner quinta marcha, pisar el freno y soltar el embrague de golpe, sin hacerlo de forma suave, para evitar quemar el embrague.
- Coche automático: Si el coche es automático, lo ideal es tapar la admisión para cortar el flujo de aire al motor. Este es un procedimiento riesgoso y no siempre efectivo en modelos modernos con sistemas electrónicos complejos.
Prevenir la retroalimentación en motores diésel
- Revisar el turbo: Mantén el sistema de sobrealimentación en buen estado. Si el turbo está fallando, hay que cambiar los sellos y verificar si hay fuga de aceite.
- Controlar las fugas de aceite: Una fuga pequeña en el sistema de lubricación puede ser el inicio de un problema mayor, por lo que es crucial revisarlo regularmente.
- Reemplazar componentes del motor: Si el vehículo tiene muchos kilómetros o ha sufrido un desgaste considerable, revisa la bomba de aceite, el cárter y los filtros para asegurarte de que no haya piezas dañadas que puedan generar problemas.










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