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Estamos acostumbrados a ver y circular por carreteras realizadas con asfalto, pero lo cierto es que existen otros materiales más resistentes e igual de seguros que pueden utilizarse para este fin. Aunque no lo creas, las carreteras de hormigón son bastante frecuentes y el uso de este pavimento ya será una realidad en algunos tramos de autovía en nuestro país.

¿Es seguro el hormigón para las carreteras?

Las principales ventajas del uso de este tipo de material para la pavimentación de carreteras es que tienen más vida útil que el asfalto y requiere un mantenimiento menor. Esto hace que a la hora de construir infraestructuras, los costes sean mucho menores y supongan un ahorro para el Estado.

Ayudan a ahorrar combustible, ya que poseen una menor resistencia que el asfalto. Esto supone para los bolsillos de los consumidores unos 39 millones de euros al año. Algo que a su vez contribuye con el medio ambiente, ya que teniendo un consumo menor, las emisiones de CO2 podrán reducirse 82.000 toneladas, según estimaciones del Gobierno.

Las carreteras fabricadas con hormigón son más duraderas

Son más duraderas porque están fabricadas con este material desde su base hasta la superficie de rodadura. Este procedimiento hace que se desgasten menos y sean más resistentes.

Se reduce el riesgo de aquaplaning en las mismas ya que los materiales utilizados (cemento, agua y áridos) hacen que el agua no se acumule en la superficie. Algo que se mejora, sobre todo, al no deformarse el material y provocar surcos derivados de la rodadura.

¿Son verdaderamente más baratas que las convencionales?

Este tipo de vías cuentan con una duración superior a las que usan firmes asfálticos. Mientras que una construida con hormigón puede resistir sin problemas hasta 45 años, aquellas que están fabricadas con asfaltos difícilmente superarán los 15 años de vida útil. Aquí radica principalmente que este tipo de carreteras sean más baratas.

Dicho de otro modo, aunque el coste de su construcción sea más elevado, debido a que duran más y no requieren apenas mantenimiento durante su vida útil, su ahorro a la larga será más acusado.

Por último, la fabricación de este tipo de carreteras fomenta la industria local ya que el hormigón debe fabricarse usando materiales de las empresas que se encuentran alrededor de las carreteras.

Desventajas

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Entre sus desventajas destacan que son menos adherentes que el asfalto, por lo que pueden provocar problemas de circulación cuando existe una climatología adversa. Además, son más ruidosas que las convencionales, lo que puede convertirse en un problema en ciudades con tráfico muy denso o en zonas que se sitúan cerca de autopistas con mucho movimiento.

Parece que las carreteras de hormigón están volviendo a nuestras vidas y deberemos acostumbrarnos a circular por ellas, ya que sus ventajas superan claramente a sus desventajas, tanto en el aspecto económico, como en el de seguridad para los conductores y la protección del medio ambiente.

Mientras el uso de estas vías se generaliza, deberás seguir circulando por vías convencionales, respetando siempre las normas y sintiéndote protegido por tu Seguro de Coche MAPFRE

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