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La infancia ha sido relegada a un segundo plano en las ciudades, y la mayoría de ellas no están pensadas para que los más pequeños las utilicen. Están llenas de obstáculos, tráfico, lugares mal señalizados en los que los pequeños pueden sufrir un accidente. Muchos niños, van cada día solos andando al colegio y en este trayecto pueden surgir problemas debido a que las ciudades no están adaptadas.

Para evitar estos problemas desde la DGT, El Ministerio de Fomento y los Ayuntamientos de las ciudades se han establecido las rutas escolares seguras, para que los más pequeños puedan ir al colegio sin peligros.

Rutas escolares a pie

En el año 2010 el Ministerio de Fomento publicaba una guía en la que desarrollaba la importancia de crear rutas escolares seguras para los más pequeños. Con ella, se pretendía poner en marcha distintas iniciativas en todo el país para recuperar los espacios dedicados a la infancia y poder darles más autonomía y movilidad en ellas.

Los niños son, al igual que los adultos, ciclistas y peatones, por ello, esta guía fomentaba un proyecto de autonomía infantil para los desplazamientos por la ciudad. Por lo general, los niños realizan el recorrido de su casa al colegio y viceversa solos todos los días, por ello, el eje principal de este proyecto es garantizar la seguridad durante el mismo.

Según la guía, se indica que estos proyectos de camino al colegio deberían ser más que planes de movilidad sostenible ya que para muchos niños es su forma de experimentar con el entorno que les rodea, aprender seguridad vial y a comportarse con el resto de usuarios de la vía pública, ya sean estos peatones, ciclistas o vehículos.

Las rutas escolares seguras pretenden fomentar la autonomía de los niños. Los conceptos sobre seguridad vial se ponen en práctica en la vida real y en un recorrido real para que los niños puedan aprender cómo deben moverse por las ciudades.

    Muchas ciudades han sido las que se han adherido a este proyecto. Uno de los primeros municipios en hacerlo fue Valencia, que tras una iniciativa de padres, profesores y el propio consistorio decidieron crear rutas seguras para que los niños pudiesen caminar al colegio sin problemas.

    Mejorar la seguridad vial

    Para poder mejorar la seguridad de los más pequeños camino al colegio, en los distintos ayuntamientos que ya cuentan con esta iniciativa se ha procedido a planear rutas que salen de distintos puntos de la ciudad y que tienen como destino los colegios del municipio.

    A partir de aquí, se han trazado caminos seguros para los niños en los que se han reforzado las medidas de seguridad vial como mejorar la visibilidad de los pasos de cebra, mejora de los semáforos o la eliminación de elementos que puedan dificultar el acceso y paso de los más pequeños.

    Además de todo esto, las rutas cuentan con distintas señalizaciones, tanto verticales como horizontales, en las que se marca la ruta que deben seguir. Dependiendo de la ciudad, se opta por realizar líneas de pintura de colores en el suelo, poner pegatinas de pies en el suelo cada cierto metro de la ruta, etc.

    Para evitar que los coches puedan causar accidentes, muchas ciudades han limitado estas rutas escolares a 30 kilómetros por hora para los coches que circulen por ellas o por las proximidades de los colegios.

    Cada mañana, los niños se reúnen en los puntos establecidos y comienzan la ruta todos juntos hasta sus respectivos colegios. Para cuidarles, durante la ruta suelen contar con la colaboración de Policías Locales y con voluntarios entre los que se encuentran padres, madres, jubilados, profesores… todos ellos para hacer que los niños puedan realizar su recorrido hasta el cole de forma segura.