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Los catadióptricos son los elementos de señalización de un vehículo que reflejan la luz procedente de una fuente luminosa externa, y aunque puedan parecer elementos menores, nos ayudan de forma muy directa a distinguir y reconocer las dimensiones de los vehículos, así como su posición.

De hecho, la Dirección General de Tráfico considera que los catadióptricos son un elemento esencial de los automóviles, las motocicletas, los ciclomotores y las bicicletas, enmarcándolos como dispositivos obligatorios de “alumbrado y señalización óptica”, y definiéndoles como “un dispositivo que refleja la luz procedente de una fuente luminosa”.

Fuente: Revista Motor Mundial

Además, la DGT aclara que las motocicletas y ciclomotores deben llevar uno no triangular de color rojo en su parte trasera, en el centro en caso de ser solo uno o bien de forma simétrica si fueran dos, pudiendo contar con uno o dos en cada lado.

Por su parte, las bicicletas también están obligadas a disponer de catadióptricos traseros, laterales y en los pedales, siempre que circulen de noche, por vías con la señalización de túnel, e incluso en condiciones meteorológicas de baja visibilidad.

Interesa aclarar que, según el Reglamento General de Vehículos, las placas de matrícula también disponen de iluminación propia y brillan cuando sobre ellas incide una fuente de luz, pero no se consideran catadióptricos en ningún caso.

¿Cómo funcionan los catadióptricos?

Fuente: Revista Motor Mundial

Los catadióptricos identifican los elementos de señalización mediante reflexión de la luz que procede de una fuente exterior, y entran en acción cuando otro vehículo los ilumina, con un funcionamiento similar al de un chaleco reflectante.

Se componen de un espejo que refleja la luz y una o varias lentes que refractan, siendo en definitiva unas superficies reflectantes o, mejor dicho, refractantes, que suelen ser de color rojo y que brillan con especial intensidad cuando sobre ellos índice una fuente de luz, como pueden ser los faros del vehículo posterior.

Según la DGT los catadióptricos deben ser visibles al menos cuando el observador se encuentra cerca de la fuente de luz. Según la normativa europea son obligatorios la inserción de al menos cuatro de color rojo en la parte trasera, considerando que hay ciertos vehículos que también los llevan en sus partes laterales y en la zona delantera.

Fuente: Revista Motor Mundial

Es tan importante en la conducción que te vean y ver correctamente a los demás, por lo que los sistemas de iluminación de los vehículos deben garantizar absolutamente la visibilidad en cualquier circunstancia, incluso de baja visión.

¿Para qué son útiles los catadióptricos?

Es claro que no son un dispositivo de alumbrado propiamente dicho, sino más bien un sistema de señalización óptica, y su función según lo indicado por la DGT, es “indicar la presencia del coche y ayudar a distinguir y reconocer de forma genérica y calibrada sus dimensiones” gracias al efecto lumínico que producen.

Sirven evidentemente para indicar la presencia de un vehículo independientemente de sus sistemas de alumbrado, permitiendo que un conductor que viaja de noche pueda, por ejemplo, detectar la presencia de otro vehículo aparcado o parado a través de la iluminación de sus catadióptricos, aunque tenga sus sistemas de iluminación totalmente apagados.

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