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La función de la sonda lambda es monitorizar la calidad del aire que va a salir por el tubo de escape del vehículo. La calidad de la combustión de un vehículo depende directamente de la proporción entre aire y combustible, esta debe ser siempre perfecta e igual.

La sonda lambda es un elemento clave en este control y sirve para controlar directamente la composición del aire e informar sobre ello. De ella depende directamente que el motor sea capaz de calcular el combustible necesario en cada caso, manteniendo la proporción idónea y una composición constante en la mezcla aire-combustible.

Funciones sonda lambda

La función de la sonda lambda es crucial y doble, por una parte analiza y controla, pero además informa directamente a la caja de control del motor para que la combustión sea siempre la adecuada:

  • Función de control: antes del catalizador se encuentra la sonda lambda, que de forma constante analiza la cantidad de oxigeno del aire, controlando cuál es la proporción. En este sentido, la sonda lambda es un sensor.
  • Función de información: los datos registrados por la sonda lambda son enviados directamente a la caja de control del motor del automóvil para que este actúe en función de la cantidad de oxigeno registrada. El motor trabaja para equilibrar la mezcla, conociendo la cantidad de oxígeno, calcula cuál es la cantidad de combustible que le corresponde inyectar a los cilindros para mantener la relación de equilibrio y eficiencia.

Con estas dos funciones complementarias de conocimiento y trasmisión de la información detectada, la sonda lambda se convierte en una pieza clave en todo motor, indispensable para el buen funcionamiento del propulsor y para que las emisiones no se disparen en un vehículo.

Averías de la sonda lambda

Un funcionamiento defectuoso de la sonda lambda en el motor de un coche tendría una gran cantidad de repercusiones negativas. Un desequilibrio en la mezcla es nefasto para el funcionamiento del coche.

  • Si la mezcla tiene poco oxígeno: el combustible no se quema correctamente, por lo que el escape es muy probable que expulse hollín y una cantidad muy poco recomendable de dióxido de carbono. Las emisiones de CO2 pueden dispararse.
  • Si la mezcla tiene más oxigeno: la combustión tampoco se realizará de forma ideal, la expulsión de óxidos de nitrógeno sería lamentable e, incluso, el motor puede llegar a pararse por falta de gasolina.

Por otro lado, la regulación lambda correcta asegura un consumo adecuado y mínimo, eficiente siempre. Reduciendo al mínimo la emisión de contaminantes y garantizando que el vehículo cumple con las normativas de contaminación vigentes.

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¿Cuándo cambiar la sonda lambda?

Si la sonda se encuentra dañada o es vieja debido a que has circulado con ella muchos kilómetros, es posible que no sea capaz de mandar correctamente toda la información a la centralita y que esta no pueda ejecutar la orden de forma correcta. Esto puede ocasionar que tu coche consuma más combustible del necesario, ya que ante un funcionamiento deficiente de la sonda, la centralita aumentará los niveles de combustible en la mezcla que se quemará en el motor.

Debido a un mal funcionamiento, la conducción se volverá mucho menos eficiente ya que podrá aumentar el consumo hasta un 15 por ciento de media, sobre todo, en trayectos de pequeño recorrido, como desplazamientos por la ciudad. Además, el catalizador también se verá afectado ya que no funcionará correctamente y emitirá más gases contaminantes a la atmósfera, haciendo que tu coche sea altamente dañino.

Estos problemas pueden hacer que tu vehículo no pase correctamente la ITV debido a que los gases que emite a la atmósfera superan los límites establecidos por la legislación, por lo que lo conveniente es que acudas a tu taller de confianza cada 30.000 kilómetros para que revisen la sonda y comprueben que las emisiones son las correctas. De esta forma garantizas el correcto funcionamiento del motor y el catalizador y que tu coche sea lo más eficiente y respetuoso posible.

Por ello, merece la pena tanto saber de su funcionamiento como controlar su buen estado. Es un elemento que precisa de cambio y sustitución, dependiendo de cada motor y fabricante, aunque su vida útil ronda los 160.000 kilómetros.

Sin embargo, los casos de avería o mal funcionamiento de la sonda, son siempre posibles y ocurren en los momentos menos adecuados, entonces el Servicio de Asistencia de tu Seguro de Coche MAPFRE es la mejor salida para que las consecuencias sean mínimas para ti y para tu vehículo.