Medidas europeas contra la contaminación

Medidas europeas contra la contaminación
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Luchar contra la contaminación es un objetivo universal que marcó el Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente. En Europa los diferentes estados miembros han puesto en marcha planes estratégicos donde reducir la contaminación por tráfico rodado es la meta.

Resumen del contenido

  1. Protocolos europeos contra la contaminación de los automóviles
    1. Estocolmo, la primera
    2. Oslo, la era pospetróleo
    3. París, una ciudad para caminar
    4. Berlín, limita la velocidad
    5. Roma, zonas limitadas diferentes
    6. Londres, aplica tasa de congestión
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Reducir la contaminación por tráfico rodado en las grandes ciudades es un objetivo universal. En Europa las principales ciudades como Madrid o Paris ya han puesto en marcha protocolos de actuación concreta encaminados a conseguir una mejora del medio ambiente.

Las etiquetas medio ambientales para los coches, incentivos para comprar coches ecológicos o las zonas restringidas al tráfico para vehículos de combustión, son habituales en todos ellos, no solo en la capital española.

Protocolos europeos contra la contaminación de los automóviles

La Agencia europea del Medio Ambiente no deja lugar a dudas. En todas y cada una de sus recomendaciones recuerda a los estados miembros que reducir la velocidad y restringir el tráfico en las grandes ciudades son las dos grandes medidas para reducir de forma efectiva la emisión de contaminantes.

Sobre la base y las recomendaciones de la máxima autoridad europea en medio ambiente, las grandes capitales europeas han ido implantando de forma paulatina diferentes protocolos de actuación para conseguir reducir las emisiones de CO2 en sus urbes.

Estocolmo, la primera

La capital sueca fue en 1996 la primera ciudad europea en limitar el tráfico rodado. Desde entonces, el protocolo de actuación se ha ido mejorando e incrementando con nuevas y más efectivas medidas. Actualmente está en vigor el Impuesto de Congestión de Estocolmo que pagan diariamente los vehículos que acceden al centro de la ciudad.

Tras una consulta popular, en 2007 las entradas y salidas del centro de Estocolmo están vigiladas a través de puntos de control automáticos que funcionan con un sistema de reconocimiento de matrícula. Todos los vehículos que acceden a la zona entre las 6 y media de la mañana y la misma hora de la tarde, lo hacen pagando desde uno a seis euros y medio en función del tipo de vehículo.  Lo recaudado en el sistema se destina a nuevas vías.

Oslo, la era pospetróleo

2020 es el año elegido por Oslo para convertirse en una ciudad europea en la que todos los medios de transporte circulen con energía renovable. Seguidamente en 2025, todos los autobuses emplearán tecnología de emisión cero y los gases nocivos no existirán en la capital Noruega puesto que estará prohibida la circulación de vehículos propulsados por diesel o gasolina.

Las exenciones fiscales son la gran baza en Oslo para motivar a los ciudadanos a pasarse a los vehículos eléctricos: coches y bicicletas con enchufe disfrutan con un ahorro del 25 % en el IVA  y la exención total del impuesto de matriculación, del pago de peajes y de aparcamiento.

https://bit.ly/2H6Riyb

París, una ciudad para caminar

La ampliación de áreas peatonales en París lleva años en marcha, aunque no son medidas exentas de polémica y que a menudo se deciden en los tribunales franceses. Los defensores de las zonas peatonales recuerdan que París es una de las capitales europeas con mayores índices de contaminación.

Las alternativas al coche como bicicletas y patinetes buscan su lugar en la capital francesa, pero hasta el momento los problemas legales y los altercados son la principal barrera para los ciudadanos que quieren pasarse al transporte verde y no encuentran una oferta atractiva.

Berlín, limita la velocidad

Los alemanes han apostado por limitar la velocidad a sus vehículos para reducir la contaminación, según recomienda la Unión Europea. Aunque no hay por el momento restricciones al tráfico rodado en la ciudad, por lo menos se ha limitado la velocidad a 30 kilómetros por hora en las principales vías berlinesas.

Existe una zona restringida al tráfico rodado denominada zona medioambiental desde 2008 donde solo se puede circular con coches con distintivo verde, lo que equivale a Euro4 o superior. La flota de autobuses también ha empezado a ser renovada.

La intención de prohibir a los coches de combustión el tráfico en las ciudades ya ha llegado a los tribunales alemanes y por el momento, gracias a una sentencia de un alto tribunal alemán, las ciudades también podrán prohibir el acceso a coches diésel con la norma Euro 5, ya se hace en Stuttgart, Fráncfort y Hamburgo.

Roma, zonas limitadas diferentes

El tráfico en Roma es universalmente conocido por su intensidad y falta de orden. La ciudad está, por ahora, dividida en secciones desde dentro hacia fuera del casco histórico, siendo la zona central -almendra central- la de máxima limitación a la circulación.

De lunes a viernes hasta las 6 de la tarde el centro de Roma, solo puede ser transitado por residentes, transporte público, motos, taxis, vehículos de alquiler con conductor y coches eléctricos. Hay otras medidas previstas en este espacio como aumentar el horario de prohibición hasta las 8 y aumentar las tarifas por aparcar.

Desde el verano de 2018 la zona turística de la capital italiana es exclusivamente peatonal y se estudia la implantación de un peaje por entrar en este espacio con vehículos como ya ocurre en Milán o Londres.

Londres, aplica tasa de congestión

https://bit.ly/2XEnFJy

La tasa de congestión funciona en Londres desde hace 15 años, sin embargo, nunca ha contado con el beneplácito de todos y ahora tiene que ser revisada. Por el momento, tiene una extensión de 21 kilómetros y un horario de 7 de la mañana a 6 de la tarde en días laborales. Todos los vehículos deben pagar 12 euros, solo los discapacitados pueden circular gratis y los residentes tienen una bonificación que llega hasta el 90 por ciento.

El nuevo plan estratégico para Londres se amplía hacia diferentes condados y pasa por incrementar los carriles bici, mejorar el transporte público y encarecer el precio de los aparcamientos con ánimo disuasorio. Los incentivos para pasarse al coche eléctrico también son cada día más.

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