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Asientos de piel o de tela, pintura metalizada o no, coches de tres o cinco puertas… Campos enfrentados de aficionados a los coches desde casi eternamente. Las discusiones casuales han llevado a personas a legitimar con argumentos sus decisiones personales. Sin importar de qué lado estés, estos son algunos de los que se pueden oír con más frecuencia.

En primer lugar, no hay que llegar a los extremos de pensar que elegir un diseño sobre otro es un rasgo de personalidad marcado. En esencia, todo se reduce al gusto personal, porque muchos de los argumentos como la resistencia en cuanto a impactos o el precio se han visto prácticamente eliminados con la producción moderna y automatizada.

Por ejemplo, hace 20 años los coches de tres puertas eran más rígidos y más baratos que sus rivales, haciendo que fuesen más resistentes frente a un golpe. Al tener menos piezas móviles, eran más económicos de producir y vender. Eso sí, los estándares de seguridad modernos, como los que prueban en CESVIMAP han hecho que la diferencia sea prácticamente marginal entre los coches de tres o cinco puertas.

¿Por qué coches de tres puertas?

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Los coches de tres puertas suelen tener diseños más deportivos. Como su chasis es más rígido, su conducción se presta más a una conducción dinámica. La razón fundamental para elegir tres puertas a un coche es, sin duda, la estética.

Sí, puede que sean más rígidos y baratos que sus rivales de cinco puertas, pero el mayor motivo para elegir un coche de tres puertas sigue siendo la facilidad con la que se mantiene una línea agresiva sin romperse en el coche. El ojo humano está entrenado para reconocer formas inmediatamente, y un coche deportivo por ello resulta tan fácil de identificar como el Porsche 911.

¿Por qué un vehículo de cinco puertas?

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El mayor motivo para elegir un coche de cinco puertas es la comodidad. No solo suelen tener mayor capacidad de carga (aunque varía según modelos y puede haber tres puertas con mayor espacio de maletero que los de cinco), sino que los que usan frecuentemente los asientos traseros lo agradecen.

Es cierto que las ruedas traseras pueden romper la línea del diseño del coche, pero algunos fabricantes buscan “camuflarlas”, como Renault con su Clio, el Honda Civic o el Seat León.  Por otra parte, a la hora de aparcar, los coches de cinco puertas son curiosamente más prácticos que aquellos que solo cuentan con tres: al tener las puertas más cortas (cinco), son más fáciles de operar en estacionamiento en batería.

En cuanto al gasto, se trata más del tipo de vehículo que hayamos comprado, no del número de sus puertas. En las ciudades, la mayor parte de los coches están ocupados por solo una persona, aumentando considerablemente la congestión. Si se quiere ahorrar en gasolina, es preferible optar por un híbrido, o un Smart Ushuaïa para no volver a tener problemas de estacionamiento.

Sin importar de qué lado te sitúes en la discusión, ambos lados tienen su aquél. Puede que prefieras las líneas limpias y deportivas de un tres puertas. Puede que subas a muchos amigos a menudo en tu coche y estés harto de escuchar sus lamentos cada vez que tienen que retorcerse para llegar a los asientos traseros.

Sean los coches de tres o cinco puertas, no podrás circular con él a menos que cuentes con una póliza que te proteja ante imprevistos. Los Seguros de Coche MAPFRE, ofrecen una oferta que va desde el terceros a el todo riesgo sin franquicia, y muchas coberturas opcionales entre las cuales elegir.