Existen una gran cantidad de parámetros que influyen directamente en el funcionamiento de un neumático, desde la constitución del mismo, hasta su mantenimiento, pasando por el desgaste ocasionado por la temperatura, el tipo de asfalto, etc., y, cómo no, la geometría y su ángulo de caída o, lo que es lo mismo, el camber del neumático.

Definición del camber del neumático

El camber hace alusión al ángulo de inclinación que adoptan las ruedas respecto al suelo al mirar el coche de frente (en inglés: camber angle, ángulo de caída). Es decir, es el ángulo respecto a vertical del coche.

Existen tres tipos de camber:

  • Ángulo cero: aquel que no tienen ninguna inclinación. Está alineado a la vertical.
  • Camber positivo: con el coche de frente, se ve la parte superior de las ruedas más salientes que sus bases, que están más cerca del eje central del coche.
  • Camber negativo: visto el coche de frente, la base de las ruedas está más saliente

¿Cuál es el mejor ángulo de inclinación?

Para responderlo, imaginemos una rueda que anda en perpendicular con respecto al suelo (lo que se denomina ángulo cero). En este caso, su área de contacto en reposo es mucho mayor, y también su tracción, aunque no en todas las condiciones. Si el coche traza una curva, la fuerza centrífuga hace que la presión del neumático sea mayor por su parte exterior y menor por la interior. Es decir, el contrapeso del neumático es desigual, lo que hace que el neumático se deforme. Esta configuración sólo consigue mantener esta mayor superficie de contacto en las rectas.

¿Cómo evitar esta situación? Inclinando las ruedas

Si esa inclinación se hace con la parte inferior del neumático hacia el interior (camber positivo) no se soluciona el problema. Esto se debe a que, antes de entrar en la curva, los neumáticos ya tienen incorporada toda la carga en sus bordes, ya que esa es la superficie de la rueda que hay en contacto con el suelo. Por tanto, la fuerza centrífuga de la curva sumaría una carga adicional que provocaría una sobrecarga y, por ende, un desgaste prematuro en el neumático.

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El camber negativo sería el más adecuado. Esta configuración hace que la presión en la parte interior del neumático aumente y disminuya en su exterior. Así, al tomar la curva, la presión en el neumático es más uniforme y tiene mayor tracción. Esta es la razón por la que, en competición, lo normal sea encontrar un camber negativo.

¿Cuál debe ser el ángulo de inclinación?

Hay que tener en cuenta que cualquier neumático inclinado en otro ángulo que no sea el perpendicular, se va a desgastar de forma desigual. Por ello, cuando los ingenieros diseñan el chasis, hacen lo posible para que el neumático no se desgaste tanto en las rectas y a su vez tenga buen agarre en las curvas.

En general, la valoración camber, es decir, el ángulo que deben tener las ruedas respecto al suelo, suele estar asociada a la altura del coche. En otros casos, como en los coches de competición, se pueden observar ángulos de inclinación más agresivos. Esto se debe a que, en estos casos, la velocidad al entrar en una curva es mucho más alta que en condiciones normales, lo que requiere un ángulo de inclinación superior. En la Fórmula 1, por ejemplo, este ángulo puede llegar incluso a los -3,5 grados.

Cuando la inclinación de los neumáticos es irregular, se produce un desgaste mayor en determinados puntos. Por eso, si se observa que un neumático presenta un desgaste mayor en un punto, podría deberse a una mala alineación del camber y habría que llevarlo al taller para que lo examinaran.