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El Audi Q8 compite con el clásico BMW X6, su gran rival en el terreno de los SUV coupés, pionero y hasta entonces rey de este espacio de género. Combina la elegancia de un coupé de alta gama y la versatilidad de un SUV monumental, con unas dimensiones importantes que tienden a comunicar deportividad y prestigio.

Ni que decir tiene que este tipo de coche muy grande y catalogado como “premium” tiene su mayor salida comercial en países como EE.UU. y China, no siendo en este caso Europa su mercado principal, aunque también hay clientes “premium” europeos que, además de la habitabilidad y modularidad necesaria, buscan un gran confort y estrenar las nuevas tecnologías y refinamientos que más adelante irán llegando poco a poco a los SUV de las categorías inferiores de estas marcas.

Fuente: Motor Mundial

Estamos así ante un coche con tal tecnología automovilística y un sistema de hibridación suave o ligera que consigue tener un gran sentido práctico.

Esto, acompañado de un diseño que profundiza en la deportividad, el dinamismo y la potencia, añade a este SUV una sensación de robustez y sofisticación muy claras.

Además, al estar preparado para la exigencia que supone poder rodar fuera del asfalto, quien lo ve desde fuera siente fascinación y quien lo conduce, orgullo.

Exterior

En cuanto a su diseño exterior, destaca la imponente parrilla de forma octogonal que cubre la mayor parte del frontal del Audi Q8, dejando un espacio pequeño para los faros en su parte superior y grandes entradas de aire en la zona inferior, con el spoiler que remata el conjunto por debajo, contribuyendo a resaltar el aspecto agresivo del frontal.

Los grandes pasos de rueda alojan llantas de aleación de nada menos que 22 pulgadas. Y la distancia libre al suelo es de 25,4 cm.

Tanto la iluminación delantera como la trasera utilizan de serie tecnología LED, aunque opcionalmente se ofrece también la tecnología HD Matrix LED con  24 diodos individuales en cada grupo óptico. Y con este extra, los faros delanteros y traseros no solo integran la función dinámica para los intermitentes, sino que ofrecen un juego de luz dinámico cuando abrimos o cerramos el vehículo. En cuanto a los grupos ópticos traseros van conectados por una tira luminosa.

Interior

En su interior domina la simplicidad, con un salpicadero sencillo, pero a la vez muy original con su apariencia “black panel” elegantemente oscura, cuyo elemento central es la pantalla superior de 25,6 cm para los sistemas de entretenimiento y de navegación.

Inmediatamente debajo de ella, inclinado sobre la ancha consola central, destaca otra pantalla de 21,8 cm desde donde se manejan las funciones de climatización, confort y entrada de texto, y donde también se puede escribir sobre ella a modo de búsqueda. A continuación, el gran selector del cambio automático Triptronic de 8 velocidades también sirve de apoyo para descansar la mano.

La instrumentación es completamente digital y se muestra en el cuadro, que la marca llama Audi Virtual Cockpit, de generosa pantalla (31,2 cm) en alta resolución que puede mostrar dos tipos de visión o configuración y hasta una tercera en su configuración “plus”, esta última de apariencia deportiva.

El Head-up Display es opcional y se proyecta sobre el parabrisas de doble capa, incluyendo un guiado detallado para la navegación. Y como complemento, el Audi Q8 también ofrece el control de voz con reconocimiento de lenguaje cotidiano, siendo capaz de dialogar.

El Audi Q8 50 TDI quattro ofrece un generoso espacio interior que apuesta por la simplicidad, con un habitáculo que mejora al de sus rivales más directos en las dimensiones más relevantes de longitud y altura, ofreciendo incluso la posibilidad de montar detrás tres asientos individuales con regulación longitudinal.

En cuanto a su maletero de 605 litros, con los respaldos de los asientos posteriores abatidos alcanza un volumen de 1.755 litros.

Motores

Lanzado en Europa con el motor 3.0 TDI de 286 CV (210 kW) y 600 Nm de par máximo (más de 61 mkg), logra una velocidad máxima de 245 km/h y alcanza los 100 km/h desde parado en solo 6,3 segundos.

Lleva tracción quattro (total permanente), cambio automático Triptronic de 8 velocidades, control selectivo de par en cada rueda, dirección progresiva a las cuatro ruedas con eje trasero direccional (opcional), suspensión con regulación de dureza (damper control) y sistema de conducción dinámica Audi Drive Select con siete perfiles.

El secreto de haber obtenido la etiqueta ECO está en su hibridación suave o ligera (Mild Hybrid), mediante una red eléctrica secundaria que funciona con una batería de iones de litio a 48 voltios (la principal va a 12 voltios como de costumbre) y un alternador BAS que hace las veces de motor de arranque y de generador y está conectado al cigüeñal mediante una correa.

Con este sistema el Audi Q8 puede “andar a vela” (es decir, con el motor apagado) por inercia entre 55 y 160 km/h durante 40 segundos si no se pisa el acelerador. Y cuando toca volver a arrancar, el alternador BAS lo hace de forma rápida, consiguiéndose así reducir el consumo hasta en 0,7 litros por cada 100 km.

Deportividad y prestigio se dan la mano en el Audi Q8, arropado por una tecnología punta, demostrando ser una gran berlina por calidad de rodadura y comportamiento noble, y un gran SUV de lujo por su diseño y equipamiento sibarita para 5 pasajeros.

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