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El Audi SQ5 3.0, con sus 354 CV, 51 mkg de par y sus casi 1,9 toneladas de peso, aporta al segmento de los SUV una visión muy deportiva y que va realmente bien en su tacto deportivo de conducción. Es mucho más ágil de lo que podía esperar inicialmente.

Parece bastante claro entender que, para conseguir estas prestaciones claramente deportivas y muy dinámicas, se ha realizado sobre el coche por parte de los ingenieros de Audi un trabajo muy detallado para sobredimensionar todo lo relativo con el tren de rodaje, además de los ajustes adecuados del motor.

Motor excelente con prestaciones dinámicas notables

Fuente: Motor Mundial

Se trata de un motor V6 de 3.000 cc que se sobrealimenta con un sistema turbo de doble entrada que cuenta con inyección directa y con Valvelift (sistema que modifica de forma continua y variable la alzada de las válvulas para optimizar los desarrollos del motor).

Sus 354 CV empujan con gran fuerza al coche, si bien el motor inteligente con que cuenta aporta un empuje contundente pero más lineal en sus sensaciones.

Cuenta con un cambio S-Tronic de convertidor de par muy específico y desarrollado para el SQ5, que con sus 8 relaciones apoya aún más esta sensación de “deportivo confortable”, debido a su rapidez y suavidad, aunque creemos que podría ser mejorado en su ajuste, sobre todo a velocidades más exigentes.

La verdad es que el SQ5 3.0 corre mucho y aporta sensaciones de conducción más que apreciables, además de cumplir muy bien con las promesas del constructor, y también nos llama la atención su inmejorable aislamiento acústico interior, así como unos acabados impecables realizados con espectaculares ajustes y materiales de muy buena calidad.

Por dentro nos presenta algunas cosas que nos transportan hacia nuevas sensaciones, como son el “virtual Cockpit configurable” (algo muy tecnológico), los detalles de carbono y aluminio que aportan una visión cuanto menos deportiva, el volante achatado futurista, y toda una sucesión de cosas que nos transportan a un mensaje siempre deportivo pero confortable a la vez, como son sus butacones cómodos y de importantes dimensiones.

Con sus dimensiones ya importantes (longitud 4,67 m., anchura 1,89 m. y altura 1,64 m.) se consigue también un maletero de muy buen nivel y sin apenas aristas para la carga (550 litros).

Tecnologías de gran nivel

Es evidente que, para contener todo este despliegue de potencia y velocidad, es necesario que el coche cuente con un sistema de frenada también sobredimensionado, y para ello Audi ha dotado al SQ5 de grandes discos (350 mm delante y 330 mm atrás), que trabajan con gran precisión y un gran tacto dosificado, una de las mejores virtudes del coche.

Puede montar todo tipo de ayudas a la conducción dentro de toda la gama existente en la actualidad, aunque algo que aporta una seguridad inigualable es la combinación entre la suspensión adaptativa neumática, la dirección dinámica y el diferencial deportivo que se encuentra en el eje trasero que ayuda frenando la rueda interior que corresponda en las corvas para favorecer el giro más seguro.

Una vez probado el coche, hay muy pocas cosas criticables. El Audi SQ5 tiene muchas más virtudes que defectos, como son su gran maletero, frenada eficaz, confort general y acústico, equipamiento súper completo, y la excepcional calidad de sus materiales y acabados.

Si buscamos algunos puntos mejorables, podrían ser su alto consumo en ciudad, peso elevado y desde nuestro punto de vista un precio tal vez mejorable.

Un coche tan completo como este merece un seguro a su altura. Consulta las condiciones de los Seguros de coches MAPFRE y compara sus coberturas.

 

Periodista especializado

Motor Mundial