Al encender el sistema de ventilación de tu coche después de varios meses sin estar funcionando, es posible que hayas notado que el aire acondicionado huele mal. Debes descartar los posibles olores exteriores que se puedan colar por las rejillas de ventilación u olores del combustible y humos, para suprimir posibles averías.

Si has comprobado que este olor tan desagradable no tiene que ver con el combustible o con otra causa del motor, debes plantearte que proceda del propio sistema de refrigeración.  La principal causa del mal olor en un aparato de aire acondicionado, ya sea en el de un coche o en el de una vivienda, es la acumulación de humedad. La humedad que se deposita en el sistema hace que proliferen las bacterias y el moho, algo que no es bueno, ni para tu vehículo ni para la salud de las personas que viajan en el coche.

Aunque la mayoría de los coches están preparados para poder aguantar esta humedad y evitar que se acumule, en muchas ocasiones no son tan eficientes como desearías y sufren problemas de este tipo. Los sistemas de aire acondicionados están compuesto por un circuito por el que circula aire frio y líquido, lo que hace que la acumulación sea más probable. El principal problema, es que todas estas bacterias y moho son trasladados al aire que se respira en el interior del vehículo.

¿Cómo evitar los malos olores en el aire acondicionado?

Para evitar estas acumulaciones de humedad en los conductos del circuito de ventilación conviene utilizar de manera puntual la calefacción en verano, de esta manera conseguirás evitar el exceso de humedad y que esta se acumule.

    Al igual que pasa con la calefacción en verano, en invierno es conveniente que también actives el aire acondicionado de vez en cuando para evitar que pase demasiado tiempo sin funcionar. De esta forma conseguirás que el compresor del aire arranque y se mantenga en correcto funcionamiento durante más tiempo. El encendido puntual del aire en invierno ayudará a que los fluidos vuelvan a circular por los circuitos y evitar que estos se obstruyan. Para ello basta con unos minutos, no es necesario pasar frío en el coche durante varias horas. Bastará con que lo utilices para desempañar los cristales de tu vehículo ¿Nunca lo has probado? Es la forma más rápida y eficaz para hacerlo.

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    Otra opción es desmontar el sistema de aire acondicionado para poder limpiarlo y secarlo bien. Es una tarea ardua y su precio suele rondar los 100 euros y te garantizan la eliminación de los hongos y bacterias del sistema mediante generadores de iones o de ozono.

    Si ya realizas estas operaciones de mantenimiento y aun así el olor sigue apareciendo de manera recurrente, es conveniente que compruebes el estado del filtro del aire y lo cambies si es necesario. Ten en cuenta, que este es el encargado de filtrar todos aquellos elementos nocivos que se encuentran circulando en el exterior y puede verse dañado impidiendo que cumpla su función correctamente.

    Por último, también existen productos específicos para eliminar estos malos olores que podrás aplicar tú mismo y que encontrarás en cualquier tienda de recambios para el automóvil.

    Son sprays que contienen productos desinfectantes que acaban con las bacterias el moho y los ácaros. Antes de usarlo deberás leer con detenimiento las instrucciones del fabricante y aplicarlo en los conductos de entrada y salida de aire de tu coche.  A continuación deberás dejarlo actuar unos minutos y encender el aire acondicionado durante unos 20 minutos. Recuerda que esta acción siempre debes hacerla con las puertas abiertas ya que estos productos pueden ser nocivos para la salud.

    Tras estos consejos tu coche estará libre de humedad y de las bacterias y el moho que se genera en el sistema de refrigeración de tu vehículo. El aire acondicionado, está considerado como una medida de seguridad, por lo que es conveniente que este funcione correctamente en todo momento.

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