Tener el vehículo expuesto al sol, en lugares con condiciones climatológicas adversas lo deteriora y eso también se nota en sus faros. Seguramente habrás notado cómo los plásticos pierden brillo, se quedan de un tono mate, con lo que gana opacidad e impide que la luz pase correctamente.

Cómo detectar problemas en los faros

Si al pasar la mano sobre el plástico notas que está algo áspero y rugoso es que esa parte del faro está deteriorada. El tono y el tacto confirman el diagnóstico: es necesario limpiar y pulir los faros para tener una correcta visibilidad.

En algunos casos el deterioro puede ser ya irreversible. Pero antes de pensar en sustituir el faro puedes probar con alguna de las soluciones que te proponemos. Conseguirás en la mayoría de casos un buen resultado y ahorrarás dinero.

Limpiar y pulir faros, paso a paso

  • En primer lugar lava los faros con una esponja mojada en agua tibia y jabón abundante. Esto te ayudará a sacar tus propias conclusiones: puede que sea suficiente con este paso, puede que no pero que al quitar la primera capa de suciedad veas realmente la magnitud del daño.
  • Si los faros están amarillentos necesitarás un producto abrillantador como Rain X. Recuerda seguir las instrucciones del fabricante para conseguir un acabado perfecto.
  • Si los faros presentan un aspecto blanquecino entonces deberás pasar al lijado. Primero coloca cinta de carrocero alrededor del faro para evitar roces en la chapa. Una vez cumplido ese paso necesitarás unas lijas de grano 400, 1000 y 2000. Comienza con la de 400. Mójala y después pásala en movimientos circulares. Repite la acción con las otras dos lijas.
  • Retira los restos de plástico con un trapo mojado en agua. Procura que quede todo perfectamente limpio. Después deberás aplicar el pulimiento. Puedes optar por uno especializado para faros (suelen ser más caros) o aplicar un pulimiento líquido que encuentres en tu tienda de bricolaje. Reparte de forma homogénea el producto hasta que quede una capa fina ayudándote con un trapo y después pasa la pulidora.
  • Por último retira los restos de producto con una esponja. Hazlo suavemente y ve comprobando si el resultado es el esperado. Finalmente quita la cinta de carrocero que habías puesto para proteger la pintura del coche. Si no estás contento con cómo ha quedado el faro puedes volver al paso anterior: aplica producto y vuelve a pulir.

Un consejo más a la hora de limpiar los faros del coche es que no debes repetir más de dos veces el proceso de lijado y pulido. Ten en cuenta que podrías acabar provocando grietas en los mismos.

Ya que te has tomado este cuidado con los faros debes saber que no puedes controlar todos los daños que tengan. Para ayudarte a protegerlos así como al resto del vehículo está el Seguros de coche MAPFRE. ¡Infórmate sobre sus coberturas1