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La batería de un coche es de gran importancia, casi vital, para que este arranque, siendo además el elemento que proporciona la energía inicial y continua para que el motor funcione correctamente, y sin embargo es uno de los elementos que más se descuida en el mantenimiento del vehículo.

Está demostrado que en muchos casos la batería debe ser sustituida cada cierto tiempo, si bien es cierto que con un correcto uso y mantenimiento se consigue alargar su vida y capacidad útil, tomando siempre en consideración una buena cantidad de precauciones y recomendaciones.

Síntomas de deterioro de la batería

El síntoma más evidente es el sufrimiento en el arranque que indica que la batería ya tiene algún tipo de deterioro, es un síntoma muy rápido de detectar.

Fuente: revista Motor Mundial

Si no se tiene en cuenta este síntoma lo más probable es que llegue un día en el que el vehículo ya no se pueda arrancar, con el consiguiente trastorno que produce.

Más aún, si todos los indicativos luminosos del habitáculo permanecen apagados al girar la llave o pulsar el arranque, esto quiere decir que en todo caso la batería está ya completamente vacía, y normalmente se pueda resolver con una ayuda al arrancar con cables o una recarga específica con un generador, aunque si el elemento está ya dañado, seguramente se volverá a tener el mismo problema más adelante.

Para que esto no suceda, recomendamos seguir los consejos que citaremos a continuación, con los que, sin duda, se puede alargar la autonomía y la vida de la batería más de 5 años sin problema alguno, sin desdeñar el mantenimiento y cuidado que se aconseja seguir periódicamente de este elemento en las revisiones de taller.

Consejos generales para un adecuado cuidado y mantenimiento de la batería

Las estadísticas indican que la vida útil media de la batería de los coches se mueve en el entorno de los 5 años, presuponiendo que este tiempo es suficiente para su amortización, si bien es muy factible alargar esta vida útil evitando su sustitución y produciendo una repercusión positiva en el bolsillo de los usuarios y en el medio ambiente general.

Si se siguen los siguientes consejos y sugerencias se consigue alargar esta vida útil:

Arrancar el vehículo de forma frecuente

Se recomienda arrancar como mínimo el coche una vez cada dos semanas, además de mantenerlo en modo operativo al menos un par de minutos con todos sus sistemas en marcha. Es muy recomendable también recorrer una cierta distancia para que en su movimiento el alternador pueda recargar la batería.

Evitar las temperaturas extremas

Es bastante obvio, aunque no siempre factible. El sol potente y abrumador produce un sobrecalentamiento de la batería, y con temperaturas muy bajas incluso se puede congelar este elemento.

Hay que intentar no aparcar en zonas con temperaturas extremas siempre que sea posible, intentando que el coche esté siempre en temperaturas superiores a 0º C e inferiores a 30º C, para evitar que la batería se estropee.

Fuente: revista Motor Mundial

Los desplazamientos cortos, no ayudan

Los desplazamientos de un vehículo deben ser lo suficientemente largos para que el alternador sea capaz de recuperar la potencia de la batería que se utilizó en el arranque, por lo que desplazamientos demasiado cortos pueden dañar la capacidad de la batería a largo plazo, teniendo que anticipar su sustitución.

No conectar múltiples dispositivos electrónicos al tiempo

Siempre que se pueda, conviene evitar mantener demasiados dispositivos eléctricos conectados al tiempo, tales como móviles al mechero, tablet, luces LED, etc.

No convienen estas conexiones para evitar saturar el alternador que es el elemento perteneciente al circuito eléctrico del coche que se ocupa de transformas la energía mecánica en energía eléctrica, y si llega a saturarse produce que se recurra a la energía eléctrica almacenada en la batería con su consiguiente trastorno de autonomía de estas.

En invierno la calefacción las luces y el propio motor de arranque reclaman un consumo muy superior de corriente, por lo que siempre conviene desconectar todo lo posible.

Es muy importante aprovechar en lo posible la energía mecánica al máximo para no recargar la batería en su uso.

Fuente: revista Motor Mundial

Además, no conviene usar dispositivos electrónicos con el motor apagado ya que los consumos con el motor apagado van directos a la energía acumulada en la batería sin que se pueda recuperar la misma por parte del alternador, lo que podría llevar a un agotamiento total de la batería y el trastorno estaría servido.

Por supuesto no se debe dejar nunca conectado ningún elemento mientras el motor esté apagado, cosa que los coches más modernos controlan automáticamente, pero lo más antiguos no.

Además de cuidar los elementos de tu vehículo, es importante contar también con un Seguro de Coche MAPFRE que se adapta a las necesidades de tu vehículo.

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