Uno de los problemas más habituales está relacionado con el sistema anticontaminación mediante filtro de partículas, cuya misión es dotar de mayor limpieza a los vehículos, aunque puede terminar generando más de un dolor de cabeza para los usuarios de motores diésel.

Cualquier coche diésel con menos de 10 años cuenta con el sistema basado en el filtro de partículas y los motores gasolina de inyección directa generan también muchas partículas dañinas por lo que los vehículos gasolina a partir de la Euro 6c cuentan también de manera masiva con este dispositivo.

Funcionamiento del filtro de partículas

Es un sistema anticontaminación que retiene y elimina las partículas (que son el residuo contaminante más peligroso) que se generan en la combustión de los motores diésel y gasolina.

Su funcionamiento se basa en que los gases de escape atraviesan un sistema de filtrado situado en el tubo de escape que retiene estas partículas sólidas, realizando también la regeneración de las mismas a altas temperaturas mediante un proceso de combustión y descomposición de las mismas.

Hay que imaginar el filtro de partículas como una esponja que absorbe el hollín y las partículas sólidas procedentes de la combustión para evitar que acaben en la atmosfera con los daños consecuentes a la salud.

Fuente: revista Motor Mundial

Consejos para evitar averías en el filtro de partículas

Los consejos fundamentales son los siguientes:

Acudir al taller ante funcionamientos anómalos (diésel)

Ante emisiones de humo blanco por el escape, elevaciones habituales del régimen del motor en marcha, o similares, conviene siempre acudir al taller para su revisión, donde con un simple diagnostico puede detectar fácilmente un mal funcionamiento del filtro de partículas, regenerarlo y evitar así, que la avería se agrave.

Conocer el funcionamiento del filtro de partículas

Según el tipo de filtro de partículas con el que esté equipado cada coche, los cuidados a realizar serán diferentes para evitar sus averías. Es común que algunos filtros cuenten con un aditivo (no confundir con el AdBlue) que requiere ser recargado periódicamente, por lo que conviene tener una información clara al respecto.

Fuente: revista Motor Mundial

Controlar el aditivo del filtro de partículas (diésel)

No está presente en todos los diésel con filtro de partículas, pero en los motores que sí llevan filtro de partículas con aditivo es muy importante asegurar la correcta presencia de dicho aditivo ya que el mismo es el detonante de la limpieza del filtro.

Los aditivos del filtro suelen ser muy duraderos ya que en general duran entre 80.000 y 200.000 kilómetros en función del modelo y las indicaciones de su fabricante.

Evitar la ciudad en lo posible, así como los trayectos cortos y salir a carretera periódicamente

La circulación por ciudad es un entorno más propenso para que el filtro de partículas se pueda obstruir, acortando su vida útil.

Se trata de buscar regímenes más altos del motor que permitan a los sistemas anticontaminación alcanzar temperaturas más elevadas para que se regeneren de vez en cuando, cosa que se consigue con facilidad circulando por carretera asiduamente.

Circular por carretera al menos 30 minutos cada 1.000 kilómetros a unas 2.400 rpm asegura sin duda una regeneración adecuada del filtro de partículas.

Fuente: revista Motor Mundial

No anular nunca el filtro de partículas

Además de ilegal, una operación de este tipo puede generar otros importantes problemas posteriores en otras partes del sistema, sin descartar la posible incidencia en la ITV que detectará inmediatamente esta anomalía al medir un ensuciamiento de gases superior en la emisión del vehículo.

Lo mismo puede ocurrir en el caso de reprogramar la centralita del vehículo, pudiendo incluso perder la garantía del fabricante y dañar otras partes del motor.

Permitir y favorecer la regeneración automática del filtro

Los coches actuales son capaces de identificar el momento en el que precisan que se lleve a cabo la regeneración y limpiado del filtro de partículas para evitar su saturación, siguiendo un protocolo muy preciso para aumentar la temperatura de los gases de escape en la zona en la que se retiene el hollín para así proceder a su combustión.

Nunca se debe detener el proceso de regeneración una vez iniciado, por lo que en todo caso conviene seguir circulando con el coche durante los minutos que dura el mismo (normalmente el coche nos avisa del proceso con alguna indicción en el cuadro de mandos).

Revisar y mantener el nivel de aceite del coche

El mantenimiento y control del nivel de aceite es también una práctica muy recomendable y necesaria para asegurar un correcto funcionamiento del vehículo y evitar posibles sustos.

Un aumento del nivel de aceite es un claro síntoma de un mal funcionamiento del filtro de partículas, por lo que hay que asegurarse de que el nivel de aceite se encuentre entre las muescas de mínimo y máximo (ni por encima ni por debajo), siempre bajo las indicaciones del fabricante en el manual de uso del vehículo.

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