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Hay elementos en un coche que sufren más que otros. Sobre todo porque su uso es más intensivo o porque están en contacto con agentes que les hacen tener un mayor mantenimiento. En los sistemas de seguridad de un vehículo, los frenos son esenciales y estos sufren en muchas ocasiones averías derivadas de un uso intensivo o un mantenimiento inadecuado. Los discos de freno rayados son una de las averías más comunes, por lo que es importante que aprendas a identificar cuándo se han desgastado.

El disco de freno y las pastillas, un tándem esencial

Los discos de frenos se rayan por el uso. Es una pieza que se encuentra sometida a fricción con mucha frecuencia, por ello, la vida útil de la misma dependerá de cómo sea la conducción y el mantenimiento que se realice de la misma. Es decir, si tu manera de conducir se basa en frenadas bruscas, o conduces habitualmente por ciudad donde pisarás más el pedal del freno, el desgaste de este pieza será mucho mayor que si tu coche hace muchos kilómetros por carretera.

Los discos de freno son piezas metálicas macizas, que para realizar correctamente su función requieren de unas pastillas de freno que también deben vigilarse y mantenerse de manera habitual. Si ambos elementos se encuentran en buenas condiciones la frenada será muy efectiva.

Cómo puedo saber que mis discos de freno están rayados

Para conocer el estado de los discos de freno deberás realizar en primer lugar un análisis visual de los mismos. Para ello retira los tapacubos de tu coche o si tienes tiempo y herramientas suficientes quita la rueda para mejorar visualización.

Un disco en perfecto estado está pulido y esto abarca todo la superficie por la que se mueve la pastilla. En el caso de que cuando hagas tu examen visual veas que el disco de freno presenta algunas líneas en su circunferencia verás que este ha empezado a dañarse.

Fuente: https://cutt.ly/mmKGoJ7

Cuando estas líneas aparecen en el disco, quiere decir que la pastilla no está tocando estas partes y por tanto el coche no frena bien. Esto hace que la fricción entre los dos elementos sea mucho más leve y la frenada menos eficaz.

Ante esta situación o cuando el desgaste del disco haga que este tenga un grosor de menos de 1 milímetro, es recomendable cambiarlo por uno nuevo. Los fabricantes suelen recomendar que los discos se cambien cada dos juegos de pastillas. Recuerda además cambiar estas últimas cuando sustituyas los discos para garantizar que la frenada es la correcta.

¿Puedo conducir con los discos rayados?

Que los discos de tu vehículo estén rayados no implica que no sigan haciendo su función. Eso sí, conducir con ellos en mal estado puede hacer que se reduzca drásticamente la seguridad en tu coche y puedas sufrir un accidente mientras conduces.

Además cuando los discos no se encuentran en buen estado, suelen hacer un sonido bastante desagradable en el coche ya que la fricción no es la correcta. Por este motivo, ante cualquier problema relacionado con los frenos nada mejor que acudir a un taller de confianza para que puedan reemplazar la pieza y conseguir que puedas seguir circulando con total seguridad.