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El sistema ABS es una tecnología que permite moderar la fuerza de frenado para evitar que los neumáticos pierdan adherencia sobre la calzada. Es decir, al pisar a fondo el pedal del freno, este sistema reduce la presión del sistema hidráulico para que el conductor pueda manejar la dirección del vehículo y así evitar obstáculos.

Es un sistema con una alta fiabilidad que, desde 2004, forma parte de los sistemas de seguridad obligatorios en los coches. No suele sufrir averías, pero tampoco es ajeno a ellas. A continuación, te contamos qué puede causar un fallo en el ABS.

Fallos que puede sufrir el ABS

Estas son las principales causas de averías:

Burbujas de aire en el circuito

A diferencia del líquido de frenos, el aire que hay dentro del sistema ABS es comprimible. Por tanto, si aparecen burbujas en su interior, el sistema no funcionará correctamente. En tal caso, la solución pasa por purgar el circuito (aquí te contamos cómo hacerlo).

Tubos del circuito doblados o deformados

Otro de los problemas que pueden causar averías en el sistema ABS es que, a consecuencia de un impacto, los tubos del circuito se hayan doblado o deformado o que las tuberías rígidas se hayan dañado, impidiendo así que el líquido circule correctamente. De esta manera, el sistema percibirá fallos y emitirá un mensaje de avería.

Fallos en los pistones

Cuando no se cambia el líquido de frenos con la periodicidad recomendada por el fabricante, puede llegar a acumularse una gran cantidad de suciedad y óxidos en los pistones dando lugar a lo que se conoce como pistones gripados. Esto puede hacer que las pinzas de freno no funcionen correctamente.

Pero, además de la suciedad, otro problema que puede darse en los pistones es la fuga de líquidos. Lo sabrás porque cuando pises el pedal del freno notarás que pierde presión.

Daños en el anillo dentado de la rueda

El anillo dentado de la rueda no suele sufrir averías, pero puede pasar como consecuencia del exceso de grasa u óxido. Si esto ocurre, el ABS lo interpretará como un problema y dejará de funcionar con normalidad, dándote el aviso a través del testigo correspondiente.

Fallos en las electroválvulas

Las electroválvulas son las encargadas de regular la presión en cada rueda o en cada eje. Su funcionamiento es sencillo: tras recibir la señal eléctrica desde la centralita del ABS, se abren y cierran para dejar pasar el líquido a un canal diferente al de la rueda, haciendo que el freno de esa rueda se libere.

Es uno de los fallos más temidos, ya que en la mayoría de los casos no se puede reparar y es necesario sustituir todo el sistema hidráulico

Daños en los sensores y cables

Aunque los sensores de rueda suelen estar protegidos, pueden sufrir daños a causa de golpes o impactos, o como consecuencia de un exceso de suciedad, de manera que se corte la comunicación con el módulo de control o centralita. Esto mismo puede ocurrir con los cables, aunque igualmente la probabilidad de que se dañen es muy baja.

¿Qué hacer si detectamos un fallo en el ABS?

Si existe algún fallo en el ABS se encenderá el testigo correspondiente en el panel de control. En este caso, lo aconsejable es reparar la avería cuanto antes, ya que circular con el ABS en mal estado puede ponernos en riesgo. Con tu Seguro de Coches MAPFRE tienes a tu disposición una amplia red de talleres especializados que darán respuesta tus necesidades.

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