Los frenos son uno de los sistemas de seguridad más importantes de cualquier vehículo. Si no funcionan correctamente, el riesgo de accidente aumenta de forma considerable. Una de las averías más habituales, pero que muchas veces pasa desapercibida, es la frenada irregular, un problema que puede generar inestabilidad y pérdida de control en situaciones de emergencia.
A continuación, te explicamos cómo identificarla, qué pasos seguir para descartar otros fallos y cuáles son las reparaciones más frecuentes para devolver a los frenos su eficacia.
Síntomas de una frenada irregular
En condiciones normales, la frenada debería ser uniforme en todas las ruedas. Sin embargo, cuando existe una frenada irregular, el vehículo puede:
- Tender hacia un lado al frenar con intensidad.
- Necesitar más distancia de frenado.
- Mostrar desequilibrios en las pruebas de la ITV.
Si notas alguno de estos comportamientos, conviene acudir de inmediato a un taller para un diagnóstico completo.
Primer paso: descartar otros problemas
Antes de centrarse en el sistema de frenos, es importante revisar otros factores que pueden provocar un desequilibrio en la frenada:
- Presión de neumáticos: los dos neumáticos del mismo eje deben tener la misma presión. Una diferencia mínima puede alterar la estabilidad al frenar.
- Desgaste de neumáticos: deben ser de la misma marca y modelo, con un desgaste similar.
- Alineación de las ruedas: una alineación incorrecta también puede provocar desvíos al frenar.
Si todos estos elementos están en buen estado, el origen del problema se encuentra en el propio sistema de frenado.
¿Cómo solucionar una frenada irregular?
Discos de freno
Los discos sufren desgaste constante y pueden presentar alabeos o surcos que generan la falta de uniformidad. Para comprobarlo, en los talleres se utiliza un reloj comparador que mide saltos en la superficie.
- Si la desviación supera los 0,3 mm, será necesario sustituir el disco.
- También debe comprobarse el espesor: si no es uniforme o ha bajado del mínimo indicado por el fabricante, se recomienda el cambio inmediato.
Pastillas de freno
Son el componente que más desgaste sufre. Aunque su duración depende del estilo de conducción, lo habitual es cambiarlas cada 25.000 – 40.000 km o cuando el testigo del cuadro se encienda.
Si están muy gastadas, al frenar se percibirá un chirrido metálico, señal de que la superficie de fricción se ha agotado.
Pinzas de freno
Las pinzas ejercen la presión que hace que las pastillas se apoyen sobre los discos. Si una pinza falla, puede producirse una diferencia de frenado entre ruedas del mismo eje. Ante un fallo en este componente, la solución más eficaz es sustituirla por completo.
Líquido de frenos
El líquido transmite la presión desde el pedal hasta las pinzas. Con el tiempo absorbe humedad, lo que puede reducir su eficacia y dañar los conductos.
- Se recomienda cambiarlo cada dos años (o cada cuatro como máximo).
- Siempre debe usarse el fluido que indique el fabricante.
Un líquido en mal estado puede generar una sensación esponjosa al frenar y reducir la capacidad de respuesta del sistema.
Consejos de prevención
Para evitar problemas de frenada irregular y prolongar la vida útil de los frenos, conviene seguir estas recomendaciones:
- Revisar periódicamente el estado de discos, pastillas y líquido.
- Comprobar la presión de neumáticos al menos una vez al mes.
- Evitar frenadas bruscas innecesarias que aceleren el desgaste.
- Realizar un mantenimiento anual en talleres especializados.
La frenada irregular es un aviso de que algo no funciona bien en el sistema de frenado. Puede deberse a factores externos como los neumáticos o directamente a piezas desgastadas como discos, pastillas, pinzas o líquido de frenos.
La mejor manera de garantizar la seguridad al volante es acudir al taller en cuanto se detecte el problema, ya que un diagnóstico temprano evita averías más graves y costosas.
Mantener el sistema de frenos en buen estado es vital para tu seguridad. Con el Seguro de Coche MAPFRE, dispones de la cobertura de libre elección de taller, lo que te permite llevar tu vehículo al centro de confianza que prefieras u optar por nuestros talleres distinguidos o Centros del Automóvil.
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