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La sobrealimentación del motor, también conocida como inducción forzada, consiste en aumentar la potencia de los motores a través de diferentes piezas. Según sea el tipo de motor, el incremento de la fuerza se hará a través de un compresor que permitirá la alimentación forzada de aire, en el caso de los motores diésel; o el aumento de la mezcla de aire y combustible, si nos estamos refiriendo a los motores de gasolina.

El concepto de sobrealimentación del motor ha estado presente desde el comienzo de la historia de la automoción llegando hasta nuestros días. De hecho, el primer compresor para tal fin fue creado en el año 1885 por Gottlieb Daimler.

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    En un principio los elementos que hacen posible la sobrealimentación de motores se aplicaron en el mundo de la aeronáutica y es que era necesario eliminar un problema de rendimiento del motor de los aviones. En concreto, se percataron de que, a medida que se aumentaba la altura durante el vuelo, los motores de pistones instalados perdían rendimiento. El motivo era que al reducirse la presión y aumentar la densidad del aire se perdía potencia, por lo que se hizo necesario compensar estos valores.

    Sobrealimentación del motor según el país

    Igual ocurre con los vehículos que circulan en según qué zonas del mundo o según las condiciones atmosféricas. La sobrealimentación del motor es la solución ideal en aquellas zonas o regiones situadas en grandes altitudes o con un clima de altas temperaturas, en las que es necesario compensar la disminución de la densidad del aire por la disminución de la presión atmosférica combinado con la disminución del oxígeno típico de las altas temperaturas.

    Compresores y turbocompresores

    Los compresores mecánicos y turbocompresores destinados a originar más potencia en los motores están presentes en la mayoría de los comercializados e instalados en la actualidad en todo tipo de vehículos. Y es que la potencia de un motor va a depender, entre otros factores, de la cantidad de combustible quemado en cada ciclo y del número de revoluciones. Sin embargo, el motor tendría un límite de potencia ya que no cuenta con una cantidad suficiente de aire que permita que se queme el combustible, por lo que es necesario que los motores puedan asimilar más aire y más combustible.

    Tipos de sobrealimentación del motor

    Una vez conocemos qué es la sobrealimentación del motor podemos pasar a describir los diferentes tipos existentes en el mercado. La sobrealimentación suele llevarse a cabo mediante medios mecánicos o sirviéndose de la dinámica de los gases. Así, los tipos de sobrealimentación pueden dividirse en tres grandes grupos: La alimentación forzada dinámica, los compresores mecánicos y centrífugos y los turbocompresores:

    • Alimentación forzada dinámica: Se utiliza las propiedades dinámicas de los gases para introducir más aire en los cilindros del motor.
    • Compresores mecánicos y centrífugos: Este tipo de sobrealimentación del motor se provoca a través de un sistema de tracción mecánica por el cual se introduce más aire en el motor.
    • Turbocompresores: Se aprovecha la energía de los escapes a través de una turbina en la línea de escape que se conecta a un compresor situado en el conducto de admisión del aire.

    Ahora que conoces más sobre qué es la sobrealimentación del motor es importante tener en cuenta que este tipo de sistemas, en caso de avería, pueden suponer un elevado desembolso económico para el propietario. Así, para evitarlo, siempre puedes contar con las coberturas, servicios y beneficios de los Seguros de Coche de MAPFRE, sobre todo aquellos con las garantías más completas como ocurre en el caso de los seguros de coche a Todo Riesgo, con o sin Franquicia.