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Aunque muchas veces los conductores no son conscientes, el calzado que se utiliza para conducir es un punto fundamental para la seguridad de la conducción, ya que tanto las manos como los pies son claves para poder circular adecuadamente.
¿Qué características tiene un buen calzado para conducir?
Tener mayor o menor facilidad para presionar los pedales es absolutamente clave para la realización correcta de las maniobras en el coche, ya que cualquier inconveniente en este sentido pone además en riesgo la integridad de los ocupantes.
Las características fundamentales que tiene que tener el calzado para conducir son las siguientes:
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Cerrado: Hacen que no exista la posibilidad de enganches con alguno de los pedales, al contrario que los zapatos abiertos que pueden producir este desagradable y peligroso efecto. Por otro lado, los pies irán siempre mucho más contenidos permitiendo accionar perfectamente los pedales. Conviene evitar los adornos o lazos en los zapatos ya que los mismos pueden llegar a producir enganches y generar diversos problemas.
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Suela antideslizante: Favorece la gestión de los pedales sobre todo en lo referido al cambio de marchas (cambio manual) y a la frenada, ya que el conductor tiene de esta forma un claro control de cada movimiento que realiza con los pies. Los zapatos con tacón alto o incluso con un poco de tacón no son adecuados para conducir, incluso si cuentan con una suela antideslizante, ya que tienden a quedarse enganchados en los pedales.
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Cómodos: Además de utilizar calzado cerrado y con una buena suela, es fundamental que aporte comodidad al conductor evitando cualquier zapato que pueda generar roces o que incluso aprieten demasiado a los pies.
La conducción con un zapato incómodo produce además que la atención del conductor se direccione en otra parte ya que se estará pensando en el potencial dolor de pies o el daño que hacen los calzados en vez de centrarse en la conducción.
Una buena acción, que realizan muchos conductores, es mantener en el coche un par de zapatos para conducir que contengan todas las características anteriores, con los que cambiarse cada vez que se vaya a conducir.
La Ley no especifica el tipo de zapato para conducir
El Reglamente General de Circulación no especifica nada relativo al tipo de calzado para conducir, aunque en algunos artículos se habla de la necesidad de tener siempre controlado el vehículo en todo momento, como sigue:
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Artículo 18.1: “El conductor tiene que tener libertad de movimiento y atención permanente al conducir. Todos los pasajeros deben de tener la posición adecuada”.
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Artículo 17.1: “El conductor debe de controlar en todo momento al vehículo”.
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Artículo 3.1: “se debe de conducir en todo momento con precaución con el fin de evitar posibles daños”.
Sobre la base de estos artículos se puede multar al conductor que conduce con chanclas o con tacones altos, pudiendo ascender la multa a 80€ o incluso más, siendo el agente el que debe determinar la libertad de movimiento que aporta el calzado al conductor del vehículo.
Evitar este tipo de sanciones pasa por utilizar siempre para conducir calzados que aporten una seguridad adecuada.
¿Qué calzado evitar en la conducción?
Los calzados que se pueden considerar como peligrosos para conducir ya que suponen un riesgo en la actividad y las maniobras a realizar, son los siguientes:
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Botas de montaña
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Botas de seguridad con suela ancha
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Chanclas
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Tacones
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Zapatos con plataformas
También conducir con los pies descalzos se considera peligroso, aunque muchas personas optan por esta modalidad al no disponer de un calzado adecuado para conducir, y, por supuesto, hacerlo está también sometido a una potencial sanción al poner en juego la seguridad del conductor y del resto de los usuarios ya que de esta forma no se cuenta con el soporte necesario para un correcto control de los pedales además de impedir la fuerza y peso necesarios para su gestión.
Es siempre mejor prevenir y llevar siempre en el maletero un calzado adecuado para conducir, sea por comodidad que por la seguridad de todos y del entorno.
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