Cuando se compra un coche de segunda mano es muy probable que te entren dudas sobre su verdadero estado. Para evitar fraudes, los vehículos adquiridos de esta forma cuentan con una garantía proporcionada por el vendedor del mismo. La garantía de un coche de segunda mano tiene una serie de particularidades y es recomendable que al adquirir un automóvil cuentes con ella.

Normativa para la garantía de coches usados

Los coches adquiridos de segunda mano deben contar con una garantía de la que será responsable el vendedor, este seguro es la llamada garantía mecánica y no solo se reserva para los vehículos usados, sino que puede ser una buena opción para aquellas personas que quieren ampliar la ofrecida por el fabricante o si eres tú el que quiere poner a la venta tu coche.

Si vas a adquirir un automóvil de segunda mano, es conveniente que, si este tiene más de 3 años o cuenta con más de 100.000 kilómetros, debes fijarte siempre que cuente con este seguro para cubrir las posibles averías que puedan surgir en él después de haberlo comprado.

Cobertura

La cobertura dependerá de la póliza contratada, es decir, dependiendo del tipo de seguro de garantía mecánica contratado estarás cubierto para según qué averías. Así mismo, esta garantía no cubre el desgaste normal de piezas o los accidentes. Al igual que ocurre con tu seguro de coche, este puede incluir distintas coberturas, puede tratarse de una póliza a todo riesgo o de una en la que se indiquen qué piezas o daños entran dentro de la garantía. Por lo general, las garantías de los coches de segunda mano suelen incluir:

  • Problemas de alimentación: como pueden ser los derivados del motor, de los tubos mecánicos, el turbo, la bomba de inyección o los inyectores.
  • Problemas con el climatizador: aquí se engloban el compresor, el condensador, la válvula de expansión y el embrague.
  • Caja de cambios: en el caso de las manuales se incluyen los ejes, los sincronizadores y las horquillas. Por su parte, en las automáticas los ejes, el radiador de aceite, las válvulas de loqueo, el convertidor de par o las bandas de freno.
  • Embrague.
  • Dirección: bomba, caja, cremallera, piñón…etc.
  • Problemas del motor y de sus componentes.
  • Sistemas de transmisión y ejes dependiendo del kilometraje del vehículo.
  • Problemas con los frenos.
  • Problemas de refrigeración: bombas y ventiladores.
  • Problemas eléctricos.

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Este seguro, incluye además la cobertura por avería en carretera y asistencia en viaje para que puedas continuar tu camino si tu vehículo se ha averiado. Dependiendo de la póliza podrás disponer de un coche de sustitución hasta que se solucione el problema de tu vehículo.

Cómo hay que contratar esta garantía

En el caso de que quieras vender tu coche y quieras contratar esta garantía para tu vehículo y así evitarte problemas, debes tener en cuenta que antes de contratarlo será necesario que pases una revisión acudiendo a un taller. Allí certificarán el estado de tu coche para evitar problemas a la hora de asegurarlo con la compañía que hayas elegido.

Aunque como hemos visto en el apartado anterior, la mayoría de las pólizas cubren gran cantidad de daños, lo cierto es que la antigüedad del coche es un hándicap para la garantía, ya que cuanto más viejo sea menos coberturas te ofrecerán.

Esto se debe, sobre todo, a que las averías en los automóviles con más años o kilometraje son más comunes y por lo general, suelen ser más costosas a la hora de la reparación que las que pueda sufrir un coche de segunda mano con pocos años.