Cómo hacer el mantenimiento de los filtros del coche
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Si queremos que nuestro coche se mantenga en buen estado y su vida útil se alargue lo máximo posible, una de las partes más importantes que debemos revisar son los filtros. Con el objetivo de que sigan realizando su función sin ningún contratiempo, es preciso realizar un mantenimiento de acuerdo a una serie de pautas y periodicidades.
Cuándo y cómo cambiar cada uno de los filtros del coche
En general podemos encontrar 4 filtros fundamentales, aunque pueden existir diferencias según el tipo de coche. Así, si tenemos un vehículo más sofisticado y de gama alta, los filtros serán mucho más eficientes y precisos.
Filtro del aceite
Éste es uno de los filtros más importantes del coche, ya que de él depende que el motor tenga un correcto rendimiento o se vea mermado. Se encarga de impedir el paso de impurezas e incluso de partículas metálicas que se mezclan con el lubricante.
Lo más recomendable es reemplazar el filtro del aceite cada vez que se realice el cambio del lubricante. Por norma general se suele realizar cada 6.000 km, aunque dependerá de la antigüedad del vehículo.
Procura seguir estas recomendaciones al pie de la letra, ya que si el filtro está sucio no servirá de nada añadir aceite limpio: se ensuciará rápidamente y perderá su capacidad de lubricación, provocando el desgaste prematuro del propulsor.
Filtro del aire
Este elemento suele estar fabricado en un papel especial, tiene forma ovalada o circular y está plegado en forma de acordeón. Su función es evitar que pasen las partículas que contiene el aire que aspira el motor.
Para saber cuándo conviene cambiarlo, habrá que tener en cuenta el entorno donde solemos movernos, ya que no se verá afectado en la misma medida circulando por ciudad que por el campo. A pesar de ello es aconsejable sustituirlo cada cambio de estación o inspeccionarlo en cada revisión para comprobar si las fibras están en buen estado.
En este sentido recuerda que un filtro del aire lleno de suciedad puede llegar a incrementar el consumo de combustible hasta en un 50%.
Filtro del combustible
Este filtro es el encargado de mantener a raya las impurezas que contienen los combustibles. Si este elemento está dañado o con demasiados residuos, se pueden producir pérdidas de gasolina y, al igual que en el caso anterior, un aumento en el consumo de combustible.
Al hablar del filtro del combustible es necesario distinguir entre coches movidos por gasolina o por diésel. En este último caso, este filtro adopta un mayor protagonismo, ya que retiene la humedad que genera este tipo de carburante. Así, es recomendable cambiar el filtro del combustible cada 60.000 kilómetros en el caso de los motores gasolina y cada 30.000 kilómetros si el coche es diésel.
Filtro del habitáculo
Si los filtros que hemos comentado anteriormente se encargaban de salvaguardar el correcto funcionamiento del motor, el filtro del habitáculo evita que entren en el interior del coche partículas, suciedad o polvo que contenga el ambiente exterior.
Dado que el filtro del habitáculo juega un papel muy importante en la salud de los ocupantes, es preciso cambiarlo una vez al año, preferiblemente en primavera, o cada 10.000 kilómetros.
Como hemos comentado antes, éstos son los 4 filtros más comunes, aunque según el modelo de coche también podemos encontrar otros, como el filtro de aceite para caja automática o el filtro de ventilación positiva.
Con estas recomendaciones para tener un correcto mantenimiento de los filtros conseguirás alargar la vida útil del coche más de lo que te imaginas. Además, no olvides contratar un Seguro de Coche MAPFRE que te acompañe en todos tus desplazamientos y te respalde ante cualquier imprevisto o incidente.
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