Este es el decálogo definitivo para que conozcas este sistema de protección pasiva tan eficaz como es el airbag.

¿De qué está hecho un airbag?

Sencillo (tanto como eficaz): son bolsas de fibra sintética de poliamida o nailon, que se llenan de nitrógeno cuando es necesario, es decir, cuando los sensores dispuestos en el vehículo los disparan, a partir de registrar impactos.

¿Y ese polvo?

El polvo blanco que queda suspendido en el aire, tras saltar un airbag no es pólvora ni nada semejante, es solo talco que lleva impregnada la tela del airbag para facilitar su despliegue completo y suave, evitando que se quede pegado.

Siempre con el cinturón

El airbag es realmente efectivo en la protección de los ocupantes de un vehículo, reduce en un 30 por ciento el riesgo de muerte frente a los coches que solo llevan cinturones de seguridad, pero si los pasajeros y el conductor no  llevan este puesto, su acción es prácticamente inútil y desde luego, se muestra mucho menos eficaz.

Solo los dos frontales son obligatorios

Desde 2006, es obligatorio que los vehículos fabricados tengan, al menos, los dos airbags frontales que protegen en caso de impacto frontal la cabeza y el tórax del conductor y el pasajero.

Airbags en todo el habitáculo

Desde que el airbag se incorporó a los turismos, ha ido creciendo en número y eficiencia. Actualmente, hay una gran variedad de airbags instalados en los diferentes puntos del habitáculo para proteger diferentes partes del cuerpo: laterales, de cortinilla, de rodillas o de techo, entre otros. Uno de los más sorprendente es el de cortina posterior que monta el Toyota iQ, se instala en los asientos traseros y se despliega a los lados y por encima de los reposacabezas posteriores en caso de alcance trasero.

Airbags de cinturón

Este tipo de airbags mejoran y amplían el área de sujeción del cinturón de seguridad en caso de impacto, es un airbag muy útil en el caso de que lo utilicen los niños. En España, este airbag de cinturón lo montan algunas versiones del Ford Mondeo.

Airbags exteriores

Seguramente son de los menos conocidos, pero hay airbags adecuados para la carrocería de los vehículos, es decir, se instalan en el exterior. Es el caso de los airbags para peatones que despliegan bajo el capó y protegen parte del parabrisas, en caso de atropello, la cabeza del peatón recibe un impacto amortiguado, mucho menor.

¿A qué velocidad salta el airbag?

La velocidad aproximada a la que se despliega un airbag es 400 km/h. Es decir, a 111 m/s; y la fuerza con la que se hinchan es semejante a la de un puñetazo de un boxeador: 340 kilogramos.

¿Todos los airbags son de igual tamaño?

No, depende del tipo de vehículo, el modelo y el fabricante; el más grande suele ser el frontal del acompañante, que puede tener un volumen de hasta 120 litros. Los de los coches americanos suelen ser más grandes que los europeos.

¿Se caduca un airbag?

En principio, sí, especialmente las primeras generaciones de estos dispositivos de seguridad que tenían una vida útil garantizada estimada en 10 años, pero eso no se supone que no funcionen después y en los coches actuales, suelen estar diseñados para durar toda la vida útil del turismo.

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