Casi todos los coches que hoy salen al mercado incorporan algún tipo de sistema para que el conductor pueda automatizar la velocidad a la que circula el automóvil  sin tener que estarlo regulando con el accelerador. Sin embargo, encontramos ciertas diferencias entre unos y otros. Básicamente son de dos tipos:

El control de velocidad de crucero

Es el sistema que fue creado en primer lugar y que supuso una revolución en la conducción, sobre todo en lo que a trayectos largos se refiere. Y es que permite que el coche mantenga una velocidad constante, establecida por el conductor, y que se desconecta en el momento en el que el piloto acciona el freno. Además, esta tecnología es especialmente útil en carreteras rectas y con ausencia de tráfico. Asimismo, al mantener una velocidad constante, evitamos sobrepasar el límite de velocidad establecido por la ley, por lo que, al mismo tiempo, evitamos que nos lleguen multas por exceso de velocidad a consecuencia de un despiste.

Otra de las ventajas del control de velocidad de crucero es que, al mantener una velocidad constante, si la orografía de la carretera lo permite, puede suponer un ahorro importante de combustible.

Sin embargo, uno de sus inconvenientes es que si el conductor se queda dormido, el coche sigue manteniendo la velocidad y no se parará hasta que se accione el freno.

El control de crucero adaptativo

Una vez establecido en la mayoría de los vehículos comercializados en nuestro país, se ha dado un paso más a partir del control de velocidad de crucero, sobre todo orientado en mejorar la seguridad. Esta evolución al control de crucero adaptativo permite al vehículo detectar cuál es la situación del tráfico para mantener a través de radares la velocidad y la distancia de seguridad.

Así, puede detectar si nos acercamos a un vehículo que circula delante de nosotros, reduciendo la velocidad y manteniendo la distancia adecuada. En definitiva, mejora la seguridad a la hora de conducir al evitar colisiones y reducir el cansancio en el caso del conductor. El sistema de control de crucero adaptativo está cada vez más presente, sobre todo, en marcas Premium o de lujo.

Una de las diferencias entre control de velocidad de crucero y control de crucero adaptativo es que en éste último es el aliado perfecto en los atascos, ya que ya existen sistemas que hacen que el vehículo frene por completo cuando el coche de delante se detiene y, cuando éste empieza circular nuevamente, vuelve a accionarse, lo que hace realmente cómodo circular en carreteras congestionadas.

Es importante destacar que el control de crucero adaptativo no es efectivo cuando se trata de objetos fijos ni acciona los frenos, como es lógico, cuando se detecta un vehículo circulando en sentido contrario. Además, no se aconseja su uso cuando las condiciones meteorológicas no son las óptimas, es decir, con presencia de niebla o nieve, entre otras.

Responsabilidad final del conductor

Finalmente, la responsabilidad y el control del vehículo son del conductor. Los sistemas de control de la velocidad pueden ayudar a una conducción cómoda y segura, pero si en algún momento el usuario no se encuentra en buenas condiciones para circular, lo más recomendable es que descanse y siempre esté alerta por si aparecen posibles riesgos o circunstancias que se produzcan a su alrededor.

En cualquier caso, además de conocer las diferencias entre control de velocidad de crucero y control de crucero adaptativo, es recomendable que los usuarios conozcan cuáles son las coberturas que incluyen su Seguro de Coche MAPFRE para que, ante cualquier siniestro relacionado con el vehículo o la seguridad de sus ocupantes, puedan saber a qué beneficios y ventajas tienen derecho, según lo que establezca la póliza contratada por el asegurado.