Cuando vas a comprar un coche, debes tener en cuenta distintos factores, uno de los más importantes es la relación entre potencia y consumo de combustible. Normalmente, a mayor potencia mayor consumo, por ello queremos ayudarte a sabes cuáles son los motores que tienen un mejor rendimiento para que puedas elegir el más adecuado para ti.
¿Qué tipo de motor de coche ofrece una mejor relación entre potencia y consumo?
Los coches potentes suelen consumir más, pero no siempre tiene que ser así, es posible lograr un equilibrio entre estas dos variables. La clave, en este caso, está en su rendimiento. Para tomar una decisión adecuada, debes tener claro en primer lugar, qué es la eficiencia que se define como el porcentaje de energía que devuelve el motor frente a la que le fue proporcionada en el inicio.
Eficiencia en motores eléctricos
Aunque los consumos y potencias dependerán también muchas veces de la marca y el modelo, como norma general, los coches con motores eléctricos suelen presentar un mejor rendimiento medio, que se sitúa entre el 85 % y el 95 %.
Eficiencia en motores diésel y gasolina
Por su parte, los motores diésel modernos alcanzan eficiencias entre el 40 % y el 50 %, con algunos récords industriales que ya superan el 53 % en condiciones de laboratorio. En cambio, los motores de gasolina se mueven en cifras de 25 % a 35 %, dependiendo de su diseño y del régimen de funcionamiento.
Esto significa que un automóvil eléctrico puede ser hasta tres veces más eficiente que uno de combustión, ya que no desperdician tanta energía en forma de calor, mientras que los propulsores de gasolina o diésel pierden buena parte de su energía en la generación de temperatura durante la combustión.
Fórmulas para mejorar la potencia frente al consumo de un coche
En la actualidad, cada vez más marcas optan por crear modelos de coches potentes, pero con un menor consumo de combustible, algo que se lograr gracias a distintas técnicas. Las más populares y empleadas por los fabricantes son:
- Downsizing: consiste en usar un turbocompresor que permita minimizar el tamaño del motor y su cilindrada sin que sus prestaciones se vean reducidas. Se logra de esta manera que un propulsor pequeño emule a otro más grande y que tendría un mayor consumo, por lo que se produce un ahorro significativo de combustible. Es necesario mencionar que este tipo de maquinaria es muy sensible al tipo de conducción, por lo que es aconsejable cuando se realiza de forma relajada.
- Híbridos: al ser más eficientes y requerir menos gasto de combustible, los motores eléctricos son una gran opción. Sin embargo, aún no todos los eléctricos tienen la autonomía suficiente para recorrer grandes distancias, aunque las mejoras son notables. Hoy en día, muchos híbridos enchufables ofrecen autonomías eléctricas de 40 a 100 kilómetros, lo que permite cubrir los trayectos diarios sin utilizar el motor de combustión. Esta combinación de motor eléctrico y térmico continúa siendo una de las alternativas más equilibradas entre potencia y consumo.
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¿Cuál es la mejor relación de potencia y consumo según el modelo de coche?
Una mayor potencia hará que el vehículo responda de una manera más rápida a las situaciones que se le presenten en la carretera, pero también implicará un mayor gasto de combustible. Por esa razón es importante ser conscientes del uso que se hará del automóvil. Para ayudarte, te damos algunos datos sobre qué potencia es más recomendable atendiendo al tipo de coche:
- Microurbano: lo mínimo serían 60 CV, mientras que lo ideal está entre 70 y 90 CV.
- Utilitario: conviene contar con al menos 90 CV y el punto óptimo se sitúa en torno a 100 – 110 CV.
- Compacto: debería partir de 100 CV y no suele merecer la pena superar los 140 CV.
- Berlina: el mínimo ideal es 120 CV, aunque puede llegar hasta 200 CV en versiones más equipadas.
- Monovolumen: la potencia recomendable oscila entre 130 y 200 CV, dependiendo del tamaño y del peso.
- SUV: los modelos compactos no necesitarían más de 150 CV, mientras que los familiares o de gran tamaño se mueven entre 170 y 220 CV.
Por tanto, para un coche de gasolina atmosférico lo ideal es buscar una potencia en torno a 100 CV, mientras que en motores turbo esa cifra puede descender a unos 80 CV sin perder prestaciones. Por su parte, los vehículos urbanos, encuentran el equilibrio adecuado entre los 90 y 95 CV.
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