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Viajar en avión supone tener que limitarte a un espacio y tiempo reducido. No se puede llevar todo lo que nos gustaría. Y aunque los coches voladores estén cerca, no todos tenemos un millón y medio de euros para conseguir uno. ¿Cómo podemos hacer para viajar en barco con el coche? Pero este verano hemos decidido visitar alguna isla que nos haya llamado la atención, Grecia, quizás. Ibiza es un destino cercano que cambia mucho si se hace en coche o si nos limitamos a los hoteles de San Antonio.

Tener coche propio en el destino nos da una libertad de movimientos insuperable. Aunque alquilar sea una opción sensata, el coche propio siempre supone ventaja frente a usar uno ajeno. Para ello, se puede meter el coche en una bodega de un carguero o un ferry y llegar a tu destino conduciendo.

Viajar en barco con el coche es una solución que lleva en práctica desde principios del siglo XX. Para hacerlo, es importante conocer la documentación que necesitamos, que se suele dividir en dos categorías: la que rellenamos para la empresa de transporte marítimo y la que concierne únicamente a nuestro vehículo.

Para la primera, debería destinarse una lectura atenta en la que nos queden claros todos los detalles, especialmente los límites que no podremos sobrepasar en cuanto a tamaño y peso. Esto nos garantizará un acceso a la bodega del barco rápida y sin problemas.

Aspectos a tener en cuenta para viajar en barco con el coche

Por supuesto, deberemos tener toda la documentación vigente: permiso de conducir, carta verde del seguro e inspección técnica del vehículo.

    Aunque la carta verde no sea imprescindible para circular por Europa, sí que lo es para países ajenos a la Unión. Si este es uno de nuestros destinos, habrá que comprobar la vigencia de nuestro carné en ese país y si es necesario solicitar un permiso temporal a la Jefatura Provincial de Tráfico cuando queramos viajar en barco con el coche.

    Además, conviene saber bien qué sustancias están permitidas tanto a la ida como a la vuelta de nuestras vacaciones. Intentar entrar en un país musulmán con botellas de alcohol o volver a España con más tabaco del permitido supondría una multa con la que no estábamos contando.

    Normalmente, a menos que se trate de un viaje de larga distancia, no hará falta que hagamos una reserva y con presentarse con una hora de antelación debería ser suficiente. Eso sí, si no nos queda un punto claro del contrato, es mejor preguntarlo que arriesgarse a llevarse una sorpresa.

    Y, si al recuperar nuestro coche de la bodega del barco descubrimos que tiene algún desperfecto, es importante reclamarlo mientras estamos todavía a bordo y se trata también de la responsabilidad de la empresa marítima. Como siempre, es mejor poder tomar fotos de la evidencia de cualquiera que fuese la cause del arañazo en la pintura para poder reclamar después.

    Si contamos con un Seguro de Coches MAPFRE a todo riesgo, la reclamación será mucho más fácil, pues contarás con la inestimable ayuda de su equipo de juristas que te brindarán toda la atención necesaria para que soluciones rápidamente cualquier percance con el que te puedas topar en tus viajes. Y, así, garantizar que puedas tener la mente tranquila y dedicarte a disfrutar con tu coche de las carreteras de la isla de tu destino.