A la hora de adquirir un coche tenemos muchísimas elecciones posibles: color, tamaño, potencia, precio, capacidad, combustible, descapotable, marca, modelo… Con una moto son casi las mismas variables: tamaño, cilindrada, ruedas (sí, hay motos con tres ruedas), scooter, custom, racing, cross… Pero hay una pregunta que es común a ambos vehículos, ¿lo pago al contado o lo financio?

Como cualquier decisión a la que nos enfrentamos, debemos valorar ventajas e inconvenientes, siempre desde nuestra perspectiva, porque todos conocemos los consejos de los amigos, primos y/o cuñados. Y es que, como decía el filósofo José Ortega y Gasset: “yo soy yo y mis circunstancias”.

Y son estas circunstancias precisamente las que han de ayudarnos a tomar una decisión acerca de si es más recomendable pagar al contado nuestro vehículo o, por el contrario, financiarlo. Vamos a intentar desde un prisma objetivo las ventajas e inconvenientes de cada una de las dos modalidades de pago.

Ventajas del pago al contado

Si consideramos que lo más conveniente para nosotros es el pago al contado tendremos la primera ventaja muy rápida: nada más salir del concesionario estaremos conduciendo nuestro propio coche sin preocuparnos por una mensualidad durante los próximos 3, 5 o 10 años. Podremos saber en todo momento que el dinero que tenemos en el banco es nuestro y no hay que restarle una letra y podemos invertirlo en lo que queramos, planes de pensiones, inmuebles, etc.

Inconvenientes del pago al contado

Pero como en toda cara, siempre hay una cruz. Y es que, además del gran desembolso que realizamos en el momento, el vehículo una vez comprado se deprecia aproximadamente hasta la mitad de su valor de mercado, sin importar lo nuevo que esté o lo bien que lo haya estado cuidando. En caso de necesitar desembolsar una cantidad importante de dinero para cualquier cosa, no dispondría de ella, pues se habría quedado en el pago del vehículo.

    Ventajas del pago financiado

    ¿Qué pasaría si decidimos financiar nuestra compra? La primera ventaja es evidente, en lugar de haber transferido una gran cantidad, habremos hecho una compra asequible y cada mes estaremos pagando una cantidad acorde al dinero que consideramos podemos invertir.

    Además, en caso de necesitar otro vehículo por las circunstancias que fueran, siempre puede ayudarnos a refinanciar el cambio la propia entidad o el concesionario. El mismo caso ocurre si no podemos pagar en algún momento, si bien es cierto que conlleva una penalización, sí suelen ser flexibles en ese aspecto.

    Inconvenientes del pago financiado

    La parte negativa es que la financiación conlleva una comisión y que además tendremos que estar vinculados al pago de las cuotas mensuales durante algunos años.

    Existen también diferentes circunstancias que pueden desequilibrar la balanza en un sentido u otro al tratarse particulares o empresas. Puesto que las empresas tienen diferentes contextos que los particulares.

    Desgravaciones de impuestos, cierres de trimestre, presupuesto para bienes muebles e inmuebles, renovación de flota… Al tratarse de vehículo para empresas, ya sea a través del pago al contado o financiándolo, es interesante contar con un buen seguro como el Seguro de Coche MAPFRE que se adapta a las necesidades particulares de cada uno.

    Una de las cosas que siempre puede ayudar es buscar los coches más baratos del mercado que nos permitirán ahorrar en una dirección u otra.

    Volviendo al inicio, estas dos posturas deben ser extrapoladas a cada persona y sus circunstancias a la hora de encontrarse en la tesitura de si, en el momento de comprar un vehículo es mejor pagarlo al contado o financiarlo. Sea como sea, seguro que la decisión tomada, con todas las cartas sobre la mesa, es la acertada siempre y cuando se hayan valorado todos los posibles escenarios de desarrollo después de la decisión.