¿Recordáis cuando Google era sólo un buscador de páginas web? No han transcurrido muchos años desde entonces, pero si medimos la distancia en efemérides, parece que haya transcurrido medio siglo, como si ahora estuviéramos en ese distante futuro que nos prometían las películas. Lo cual, en cierto modo, es así.

Si habéis visto la película ‘Minority Report’, sabréis que en el futuro que muestra existen vehículos completamente autónomos que no necesitan control humano para ser conducidos. Esa fue la meta que se marcaron en Google en 2009, una meta que ya han alcanzado y quieren lanzar al mundo.

Un coche que se conduce solo

Suena increíble incluso en la era en la que nuestros teléfonos móviles son más potentes que los ordenadores que ayudaron a poner al hombre en la Luna. Google ha conseguido terminar el primer prototipo de lo que se ha denominado Google Car, un automóvil que no requiere ni permite el ser conducido por manos y pies humanos.

El vehículo, que ya ha realizado varias salidas de prueba por las cercanías de Mountain View, en California, donde se encuentra la sede de Google, escanea constantemente el entorno por el que circula, analizando los distintos tipos de actores que forman parte de la circulación diaria para diseñar la ruta a seguir y adecuar la velocidad en consonancia con todos ellos.

Y es que el Google Car distingue entre el resto de vehículos, localiza a los peatones e incluso las obras que alteren la circulación habitual por la carretera, creando así un camino seguro por el que circular, el cual puede modificar en el mismo momento en el que se produzca un hecho inesperado.

Aparte del sensor que se puede observar en la parte superior del Google Car, el coche está conectado a internet para obtener toda la información necesaria sobre el estado de las vías por las que circula. Aquí es donde puede entrar Waze, el servicio comprado recientemente por Google, y que permite a los usuarios conocer el estado de las carreteras gracias a la información aportada por el resto de personas conectadas al servicio.

De momento el prototipo alcanza una velocidad de 40 kilómetros por hora y su autonomía es ligeramente superior a los 150 kilómetros. Otro punto importante del Google Car es que no dispone de ningún control convencional, es decir, no tiene volante ni pedales. Los pasajeros, que contarán con un gran espacio para estirar las piernas, sólo tendrán que elegir su destino y pulsar un botón para que el automóvil comience la marcha.

Si todo esto os está pareciendo suculento y os preguntáis cuándo podremos hacernos a nivel particular con un Google Car, os va tocar esperar bastante tiempo. Desde Google anuncian que aún se encuentran en fase de pruebas y que la distribución comenzará en California lo antes posible. También advierten que la cobertura de la red de datos es un factor clave a la hora de elegir las zonas en las que el Google Car podrá circular, así que no esperéis verlo por España hasta dentro de unos cuantos años.