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Las temperaturas extremas (especialmente el frío), dejar el vehículo estacionado en un garaje durante varias semanas, recorrer habitualmente trayectos cortos, o la antigüedad del coche son algunos de los factores que pueden hacer que la batería se descargue. Cuando eso ocurre, los trastornos que se ocasionan son considerables. Una de las soluciones es conocer las coberturas que ofrece tu compañía de seguros y llamar para que te mande una grúa. Sin embargo, esto requiere esperar un tiempo. Si buscas una alternativa rápida y eficaz, puedes usar un dispositivo que te permita solventar por ti mismo este contratiempo: el arrancador de baterías de coche.

Bien es cierto que otra de las opciones es usar pinzas eléctricas, pero para ello, necesitas que otro vehículo alimente al tuyo, algo que no siempre es fácil de conseguir. Con un arrancador de baterías portátil te bastarás tú mismo para alimentar de energía el coche y salir rodando de nuevo.

¿Qué es un arrancador de baterías?

La batería del coche es una de las partes del vehículo que más averías registra en los viajes en carretera. Cuando se descarga, el coche se queda sin su fuente de energía, con lo que el motor no arranca ni los sistemas eléctricos responden. Por eso, tener siempre a mano un arrancado de baterías puede suponer un ahorro de tiempo y esfuerzo, evitando situaciones molestas o incómodas.

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Un arrancador de baterías es un dispositivo electrónico portátil que se conecta, mediante unas pinzas, a la batería del coche para transmitirle la corriente necesaria para cargarla de nuevo. Es un sistema parecido al de las baterías auxiliares de los móviles, pero con mayor potencia.

Este sistema es mucho más seguro que las tradicionales pinzas, ya que dispone de sensores que evitan que se produzcan picos de tensión.

¿Cómo funciona?

Su funcionamiento es muy sencillo: con las pinzas que incluye el dispositivo hay que conectar el cable positivo con el borne positivo de la batería, y hacer lo mismo con el negativo. Después hay que activar el arrancador y, acto seguido, encender el coche.

Cuando la batería haya alcanzado la carga deseada, hay que desconectar la pinzas y, lo antes posible, recargar el arrancador para que esté en óptimas condiciones la próxima vez que lo necesitemos.

Tipos de batería portátil

Existen muchos tipos de arrancadores de baterías que son compatibles con diferentes vehículos. Por eso, antes de adquirir uno, es importante consultar las especificaciones técnicas del aparato.

Además, muchos de ellos incorporan otras prestaciones, como power bank para recargar otros dispositivos (como móviles o tablets), u otras funcionalidades, como linterna de emergencia. Si nos centramos en sus dimensiones, podemos diferenciar dos tipos:

1. Arrancador de batería portátil

También conocidos como jump starters, tienen un tamaño reducido con el objetivo de facilitar su transporte. Algunos caben incluso en la guantera del coche.

Aparentemente, tienen una forma similar a la de un disco duro externo. No obstante, pese a su tamaño, tiene una potencia y autonomía notables.

2. Arrancador de batería tipo maletín

Estos arrancadores constan de un asa (de ahí su nombre) y su tamaño es algo mayor: no caben en la guantera, pero se pueden llevar en el maletero sin problemas. Algunos incluyen además un compresor de aire para los neumáticos, muy útil en caso de tener alguna rueda desinflada.

Suelen ofrecer mayor potencia que los portátiles, por lo que son perfectos para vehículos de gran tamaño: furgonetas, camiones, autobuses, etc. En el siguiente vídeo, puedes ver cómo es un arrancador tipo maletín y cómo se usa:

Cómo elegir un arrancador

A la hora de adquirir un arrancador, debes elegir uno que sea compatible con tu vehículo para evitar un posible cortocircuito o sobrecarga. Por ello, hay que tener muy en cuenta la corriente eléctrica que necesitará el motor de tu coche atendiendo a tres valores:

Capacidad de la batería (mAh)

Es la medida que indica, en miliamperios por hora (mAh), la capacidad máxima de carga eléctrica que puede almacenar la batería. Determina el número de veces que puedes arrancar el vehículo, por lo que cuanto mayor sea, más veces será́ capaz de arrancar el coche.

Si la capacidad del arrancador no es suficiente, puede que el vehículo no llegue a arrancar, por mucho que nos empeñemos. Por eso, para que sea eficiente, debe tener un nivel de carga de, al menos, el 60 por ciento.

Intensidad de pico (A)

Es el máximo valor de corriente que el arrancador enviará a la batería en un corto periodo de tiempo. Este golpe de corriente consigue que el motor comience a girar. Si el motor no arranca al instante, el pico de arranque decae rápidamente hasta un valor que puede mantenerse de manera continua, y aquí es donde cobra mayor importancia la capacidad de la batería, pues da un mayor margen de tiempo al motor para ponerse en funcionamiento.

Su valor, que se mide en amperios, puede variar entre los 200 y los 2.000 A. Siempre es aconsejable elegir un arrancador con una intensidad de pico superior a la batería del coche, así como optar por un mayor número de amperios en coches grandes y de gran cilindrada.

Además, los motores diésel necesitan una corriente significativamente mayor que los gasolina (hasta dos veces más). Por ejemplo, un coche con motor de gasolina de 8 cilindros necesita un arrancador con un amperaje entre los 250 y 300 A, mientras que un diésel requerirá uno que vaya de los 600 a los 800 A.

Tensión de salida (V)

Determina el tipo de voltaje del arrancador, y se debe elegir en función del voltaje que tenga la batería del vehículo.

La mayoría de coches suelen funcionar correctamente con arrancadores de 12 V, mientras que los autobuses, camiones o caravanas necesitan mayor tensión: 24 V.

No olvides contratar tu Seguro de Coche MAPFRE para estar cubierto ante cualquier avería o siniestro.

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