El volante bimasa es una parte esencial para el funcionamiento del motor de tu coche, por lo que es necesario que conozcas qué es, cómo funciona y cómo puedes detectar posibles averías en él.

¿Qué es el volante bimasa?

El volante de motor es un elemento pasivo de tu vehículo que permite almacenar la energía cinética y conseguir con ella una mayor inercia en el coche y transmitirla a las ruedas, por este motivo también se le llama volante de inercia. La inercia se acumulará gracias a las sucesivas explosiones del motor logrando que el giro sea continuo y que el coche no circule produciendo tirones.

Existen varios tipos de volante de motor o de inercia, pero nos vamos a centrar en el volante de bimasa. Es el más completo y efectivo, también se le denomina de masa dual (DMF) – del inglés dual mass flywheel-. Está compuesto por dos piezas de las cuales una se une al cigüeñal y la otra a la transmisión del vehículo. Entre ambas cuenta con un rodamiento de bolas y un muelle helicoidal.

Gracias a este sistema y sus rodamientos se logra que las vibraciones producidas por el motor no vayan a parar la caja de cambios y terminen afectando al coche. A diferencia de los volantes rígidos logran recoger las vibraciones en dos puntos, por lo que se reducirá el ruido y la vibración de manera más eficaz.

Siempre se encuentra situado junto al embrague en un extremo del cigüeñal ya que debe regular su giro. En esta zona está sometido a un constante rozamiento y desgaste por lo que deberás revisarlo con frecuencia y seguir una serie de consejos para lograr mantenerlo en buenas condiciones durante más tiempo.

Aprende a cuidar tu volante bimasa

Puedes ayudar a mantener en óptimas condiciones tu volante bimasa si sigues algunos consejos a la hora de arrancar y conducir tu vehículo.

El primer paso es arrancar el coche pisando el embrague, esta es una acción que facilita el arranque. Con este simple gesto harás que el motor soporte menos peso y esfuerzo adicional para el coche.

El embrague está en continuo contacto con el volante bimasa por lo que deberás tratarlo de manera correcta para que este no se dañe. No hagas cambios bruscos y levantes el pie suavemente así lograrás que el funcionamiento del embrague sea el correcto y no dañarás el volante ni el motor.

Debes además asegurarte de cambiar a tiempo y pisar el embrague cuando sea necesario, sin pasarte de revoluciones para lograr que la temperatura no se eleve demasiado y que el motor y las piezas que lo conforman se desgasten en exceso.

No vale de nada que pises a fondo el acelerador para recuperar velocidad cuando las revoluciones han bajado en exceso. Con este gesto solo lograrás que el embrague y todos los elementos circundantes se estropeen. Este gesto hace que el volante bimasa trabaje más, ya que su mayor esfuerzo siempre se da cuando el vehículo se encuentra a pocas revoluciones y existe mucho par.

Podrás comprobar las revoluciones de una manera muy sencilla si visualizas el contador de tu panel de control ya que verás que estas se encuentran muy por debajo de las 1500 revoluciones y que el coche comienza a ejercer vibraciones más notables en la conducción. Lo que debes hacer es bajar la marcha para adecuarla a las revoluciones que tiene el coche en ese momento.

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La batería puede ser la causa de que el coche no tenga suficiente potencia para poder moverse. Una batería descargada o estropeada también puede afectar al volante bimasa ya que hará que el motor vaya más lento y no genere la energía suficiente, incrementándose la holgura con el volante.

Si el tiempo de arranque debido a una batería defectuosa es más largo afectará de manera muy negativa al volante bimasa. En estos caso, lo mejor es que lleves un correcto mantenimiento de tus sistemas electrónicos y cuentes con un taller de confianza en el que puedan solventar y revisar los problemas que te pueda causar el vehículo.

Síntomas de avería

Puedes saber si tu volante bimasa no se encuentra en buen estado si notas algunos de los síntomas que te mostramos a continuación. Debido al paso de los años y el desgaste de los componentes, es normal que tengas que cambiarlo cada cierto tiempo, sobre todo si utilizas el coche con mucha frecuencia y haces muchos kilómetros con él. Cuando tengas una avería de este tipo, ten en cuenta que deberás cambiar también el embrague por lo que el precio puede rondar los 1.000 euros, algo que variará según el modelo de coche y el taller al que acudas.

Debes estar atento a los ruidos que se producen en el motor. Podrás apreciarlos con el coche arrancado y parado en punto muerto cuando pisas el embrague. Si escuchas sonidos metálicos es posible que el embrague o el disco no funcionen correctamente. Con mantenerlo al ralentí también puedes escuchar sonidos metálicos procedentes del motor.

Si al detener el motor escuchas golpes de tipo metálico también pueden ser un síntoma de que algo no va bien en alguna de las piezas que conforman este sistema.

Por otro lado, también podrás detectar una posible avería a través de las vibraciones que emite tu vehículo. Cuando pises el embrague podrás notar que este vibra más y que también lo hace la palanca de cambio o el asiento. Si estas vibraciones van a acompañadas de alguno de los sonidos descritos anteriormente será síntoma inequívoco de que el volante está dañado.

Si notas estas vibraciones solo al iniciar la marcha y desaparecen cuando el vehículo está al ralentí, es un síntoma de que el volante está dañado, pero aún no lo está mucho. A pesar de ello, es recomendable que lo revises cuanto antes.

También puedes notar estas vibraciones de una manera más fuerte cuando estás apagando el motor o cuando las revoluciones del coche descienden más de lo normal. En este caso, acude a tu taller para que revisen tu coche y en el caso de que sea necesario para que procedan a colocar un nuevo volante bimasa.