Fue en 1903 cuando se creó el primer retrovisor en un vehículo de la mano de la primera mujer que ganó una carrera de automovilismo Dorothy Levitt (que escribió: «las mujeres deberían colocar un pequeño espejo de mano en un sitio adecuado del coche y elevarlo de vez en cuando para poder mirar hacia atrás”) y más de 100 años después se ha mantenido su estructura sin cambios importantes más allá de su electrificación y mejoras de ubicación.

Desde aquel momento el espejo retrovisor y sus apéndices exteriores se convirtieron en unos dispositivos totalmente imprescindibles para poder conducir con seguridad, permitiendo una visibilidad interior y exterior trasera fundamental para impedir maniobras peligrosas, y sin los que la mayoría de los conductores no sabrían dirigir sus vehículos de forma apropiada y segura.

Por supuesto, la presencia del espejo retrovisor y de los espejos exteriores, hoy por hoy, es más que obligatoria para poder circular, y, aunque la legalidad solo considera necesarios el situado en la puerta del conductor y el interior panorámico, ya es muy difícil poder entender la falta del retrovisor exterior en la puerta derecha, ya que todos los modelos cuentan con los 3 dispositivos de origen dese hace ya muchos años.

Los retrovisores actuales tienen un futuro seguramente corto

Aunque su uso se haya convertido en imprescindible en todos los vehículos y que es incluso recomendable en otro tipo de medios de movilidad en los que no son obligatorios por normativa (p.Ej. en las bicicletas…), el gran desarrollo que están experimentando las cámaras en los últimos años está haciendo cambiar este uso tan arraigado, especialmente por la gran capacidad técnica que ya tienen para una reproducción en tiempo real de las imágenes que captan en el momento, permitiendo así poco a poco la sustitución de los retrovisores convencionales por las correspondientes cámaras de gestión.

Tal vez fue el Lexus ES el primer modelo que en 2018 lanzó al mercado los primeros retrovisores sustituidos por cámaras, aunque esta opción se puso disponible exclusivamente para el mercado japonés, siendo el Audi e-tron el primer coche en Europa que cambió los retrovisores por este nuevo dispositivo tecnológico.

Desde ese momento estamos viviendo una amplia difusión de los retrovisores por cámara en varios modelos, empezando por sustituir el retrovisor interior por su equivalente en modo pantalla (normalmente en la pantalla central) y poco a poco también eliminando los retrovisores de espejo exteriores por sistemas tecnológicos de cámara, como por ejemplo ya en el Honda e.

Las ventajas de este novedoso sistema son muy evidentes, aunque de momento para algunos fabricantes constituyen un cierto riesgo, aunque aportan ventajas tanto de eficiencia energética como en materia de seguridad.

Ventajas de las cámaras respecto a los retrovisores de espejo

En la mente de los usuarios siempre se repite la idea de que los espejos son más rápidos y fiables que las cámaras, pero en realidad, ante el impresionante desarrollo de la trasmisión de datos, el posible retardo entre la imagen captada y su exposición es prácticamente inapreciable para el ojo humano, por lo que en la práctica lo que podemos visualizar en un espejo y en una pantalla es exactamente lo mismo en el mismo gap de tiempo.

Además las cámaras tienen una gran capacidad para adaptarse a las diferentes situaciones de tráfico, lo que les confiere también esta gran ventaja ya que los espejos convencionales solo pueden moverse mecánicamente en un espacio muy reducido, mientras que con una cámara el ángulo de visión se amplía notablemente.

Con el software que acompaña a los retrovisores con cámara, el vehículo es capaz de detectar el entorno por el que se circula en cada momento, lo que permite adaptar la imagen mostrada a dicha situación, cerrando el ángulo de visión en autopista para así ganar profundidad y abriéndolo en los entornos urbanos para poder visualizar y captar más agentes del tráfico en el encuadre que se capta.

Además, siempre es posible añadir más informaciones a las pantallas, algo similar a lo ya bien conocido en las cámaras de visión trasera para ayuda al estacionamiento tan expandidas ya en la actualidad. Pudiendo así incorporar guías de distancia sobre las imágenes que se muestran para facilitar las potenciales maniobras.

En lo referido a las condiciones climáticas, las cámaras que actúan exteriormente con funciones de retrovisión están siempre salvaguardadas por pequeñas piezas plásticas para evitar que las imágenes se distorsionen por la lluvia, la nieve o la niebla, haciendo así que las imágenes en alta calidad, resolución y contraste que se visualizan en el interior sean mucho más fiables que los espejos tradicionales.

Un ejemplo de la calidad del sistema es en las pantallas del Audi e-tron, que cuentan con tecnología OLED, impidiendo también que si el sol o los faros de terceros inciden sobre la cámara, la misma adapta la iluminación captada, evitando los tan peligrosos deslumbramientos.

Además hay que añadir que esta nueva instalación aporta una interesante ventaja aerodinámica al prácticamente eliminar los retrovisores exteriores, que siempre han supuesto un importante problema en este sentido, siendo además fundamental este efecto en los coches eléctricos para ganar eficiencia y mejorar los consumos, consiguiendo mayores autonomías.

De hecho hay quien afirma que los retrovisores por cámaras actualmente sobre vehículos de combustión, producen un interesante ahorro de combustible con su importante implicación económica.

En el caso de Audi e-tron pasa de un coeficiente aerodinámico con un Cx de 0,28 que pasa a 0,27. Es una pequeña ventaja pero que colabora en obtener el máximo rendimiento en cada pequeño sistema.

Las instituciones de tráfico lo apoyan

El nuevo sistema de retrovisores por cámara tuvo que contar con el beneplácito de los directores de tráfico europeos, que dieron ya en 2018 su apoyo al sistema por unanimidad, aunque se desconoce el apoyo futuro que prestarán a este tema.

Una buena señal es que entre los sistema ADAS de seguridad que son ya obligatorios en 2022 se encuentra la cámara de visión trasera que reduce muy sensiblemente el riesgo de choque en las maniobras marcha atrás, siendo esta una tecnología muy similar a la de los retrovisores digitales.

Por su parte la DGT ha venido demostrando su apoyo a este sistema en camiones y furgonetas desde 2015, valorando todos los atributos y ventajas que ya hemos comentado.

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